Néstor Jaramillo es un pastor evangélico que de seguro no se ganará el acceso al cielo, ya que junto a su esposa Jaqueline Mercado tienen a su cargo la empresa AZ Construcciones. Esta firma acarrea múltiples denuncias por estafas y ya hubo algunas condenas donde tuvieron que pagar, por temor a ir a la cárcel.

Néstor y su clan familiar parecen fantasmas, puesto que misteriosamente no tienen ningún bien a su nombre y en el fuero civil se los declara como “insolventes”. Pero cuando se los lleva a lo penal y corren riesgo de estar en prisión han llegado a resarcir a los perjudicados.

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El nivel de cinismo es tal que la empresa estuvo a cargo de la construcción de una casa, para el ganador del “Peso de la Manzana” en la Fiesta Nacional que se realiza en Roca y solamente le dieron unas placas sueltas; nunca hubo una vivienda.

El abogado Nicolás Suárez Colman representa a 80 familias del alto valle que están reclamando la devolución de sus anticipos y fue quien apuntó contra el vacío legal que les permite a estas personas inescrupulosas seguir lucrando con las ansiedades y las necesidades de las personas. El letrado puntualizó que AZ “tenía una tonelada de cheques rechazados, no registraba actividad financiera y no tenía habilitaciones comerciales”.

Pero la lista de irregularidades sigue: la empresa, que tenía comprometida la construcción de al menos 80 viviendas en Roca mediante el sistema de Steel Frame, “no tenía permisos de obra en las municipalidades para hacer las obras que supuestamente estaba haciendo; no tenía arquitectos ni planos homologados ni aprobados para hacer viviendas de construcción en seco en masa”.

Los querellantes son familias que entregaron todos sus ahorros para poder avanzar en el sueño de la casa propia: algunas entregaron dos vehículos; otros pagaron entre siete y ocho millones de pesos a valores de 2021; o pusieron 20.000 dólares. Todos con la idea de acelerar el proceso.

Pero AZ cerró sus puertas: no tiene más oficinas y “ni siquiera una contestación de WhatsApp”.