La mediática se sinceró acerca de sus cirugías, confesando el paso por el quirófano que se realizó para sus glúteos y abriéndose respecto a la relación que tiene con sus padres.

Charlotte Caniggia se convirtió desde hace ya varios años en uno de los personajes más mediáticos y ocurrentes del mundo del espectáculo. Desde que regresó a Argentina con 19 años, luego de vivir toda su vida en Europa junto a sus padres, la hija de Claudio Paul Caniggia y Mariana Nannis se destaca por su honestidad brutal.

Sin filtros ni pelos en la lengua, siempre directa y sin importar el qué dirán, Charlotte es una de esas figuras que se destaca por su frescura, sin sincericidio y la forma que tiene para expresarse, más allá de su elevado costo de vida, que también ha sido uno de los grandes tópicos de su carrera.

Junto a su hermano mellizo Alex Caniggia, otro personaje que también se destaca por su personalidad (aunque su hermano varón tiene la acidez como otro dato fuerte de su carácter), la joven que el pasado 15 de febrero cumplió 30 años sigue pasos fuertes en la TV argentina y recientemente se destacó por su presencia en El Hotel de los Famosos 2.

Charlotte reúne muchas similitudes con su hermano. Y es que él pasó por realities como MasterChef Celebrity y luego fue el ganador de la primera entrega de El hotel de los Famosos; el mismo camino que hoy está haciendo ella. Pero también encuentran similitudes en las diferentes cirugías que se han realizado para embellecerse.

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Y es que el programa deja entrever varios detalles de su vida detrás de las cámaras, hablando de su cuidado personal pero también de cómo mantiene tanto su físico como así también su alimentación. Sabido es que Caniggia está muy atenta a todos los detalles estéticos, y en charla con su compañero Enzo Aguilar confesó una operación que se hizo.

El influencer vio a la famosa posando con un mini short negro y le preguntó: “¿Eso es tuyo?, ¿Qué hay ahí?”. A esto, Charlotte se abrió para confesar: “Lipotransferencia, amigo”. Luego agregó, con su marcada sinceridad: “Te sacan toda la grasa del cuerpo y te la ponen acá. Si hiciera gimnasia estaría más duro, pero está flojito mi culis, mirá, tocá”.

Todo esto surgió en el marco de un show dentro del cual se la pudo ver en más de una oportunidad a corazón abierto. Más allá de su descontracturada personalidad, oculta un lado sensible y un tanto vulnerable que no suele mostrarse a menudo, sobre todo cuando habla de sus padres, con quienes está distanciada.

"Hace tres años que no la veo a mi mamá, un montón. Pero bueno, es un poco complicado. Ahora es todo un poco raro. Desde que se separaron ambos, medio que no nos hablan mucho", destacó la influencer, resignada por la relación que hoy tiene con ellos.

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"Yo me peleé con mi mamá y mi papá, estoy peleada con ellos. No me hablan. Ahora como que lo superé y digo: ‘Bueno, ya fue’. Fría. Antes me ponía re mal. Y ahora, ya está, ya fue. Es un asunto que trato de no tocarlo. La familia medio que se abrió y creo que están mal ellos. Es triste para un hijo no poder disfrutar a sus padres. Pero ya fue, listo. Tengo ganas, pero no es fácil. A veces les mando mensajes y no me contestan", agregó.

"Lo superé. Antes lloraba, le decía a mi novio: ‘Mi mamá me peleó. Se la agarra conmigo...’. Y él me decía: ‘Basta, tu mamá es así, tu papá es así, dejalos, aceptalos’. Él me acompaña y en ese aspecto me ayuda bastante con los temas familiares", confesó sobre las charlas privadas que llegó a tener con su pareja.