El conductor hace un culto del perfil bajo en su vida familiar y mantiene a la misma mujer desde cuando vivía en Tres Algarrobos, en muy pueblito al limite de La Pampa

Santiago del Moro es uno de los conductores más afamados de los últimos diez o quince años de la televisión argentina, pasando por distintos géneros durante su carrera, siempre se ha mantenido con un perfil bajo y muy reservado con respecto a su vida privada.

 Desde su aparición como VJ de Muchmusic a fines de los 90, ha elaborado una enorme trayectoria partiendo desde el cable hacia la TV abierta, un logro más que importante. Lo suyo ha sido subiendo escalón por escalón y en cada lugar metiendo su impronta personal.

Para explicar esta carrera meteórica, del Moro generalmente la basa mucho en su familia, su sostén y especialmente en su mujer María José Sanchéz a quien conoce del barrio, del pueblo, de la infancia cuando soñaba desde su Tres Algorrobos natal.

Tres Algarrobos, pertenece al partido de Carlos Tejedor, un pueblito al noroeste de Buenos Aires llegando a límite con la provincia de La Pampa. Desde recondito lugar nace y viene soplando con mucha vigencia el amor entre Santiago y María José.

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"Yo no podría ser nada si no fuera por ella”, aseguró una y otra vez Santiago a la hora de explicar su éxito como conductor televisivo y también como moderador político cuando le ha tocado meterse en el barro del periodismo político.

La ponderación de su mujer data de que a ella la conoce cuando no era nadie, era apenas un adolescente que había sufrido el desplante de una foránea en Tres Algarrobos que había ido a pasar al verano y lo tuvo que dejar a Santiago para volver a su lugar de origen. 

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Ese amor pasajero lo dejó herido, pero no sabía que tendría otro a unos escasos metros de su casa, más precisamente a la vuelta. Allí estaba María José, la vecina en la cual se fijó Santiago y nunca más apartó la mirada, caminando juntos desde ese entonces hasta llegar adonde están hoy.

El hoy los encuentra con tres hijas, Catalina, Amanda y Santa y una pareja afinazada con cada uno en lo suyo. “Ella no mira mucha tele, no está pendiente de las noticias, no se fija en lo que dicen los portales, no le interesa si alguien me critica", contó del Moro.

"Tiene otras prioridades y juntos formamos un equipo que siempre va para adelante. Para ella es más importante el boletín de mis hijas que la primicia más exclusiva”, reflexionó y puso bien arriba a su mujer como compañera de vida y como madre de sus tres amores.