Juan Andrés Balogh es un emprendedor agropecuario de la zona del Instituto de Desarrollo del Valle Inferior (IDEVI) que puso en marcha un proyecto agroecológico denominado “Forrajes Tecnol” con el que busca mejorar la producción mediante el método hidropónico.

Por medio de esta iniciativa propone cuidar el uso del agua y la tierra, así como también descartar el uso de agroquímicos, y en conversación con NoticiasNet, el emprendedor explicó que con la ayuda de Punto Digital, del Municipio de Viedma, puso en marcha el proyecto, actualmente en una etapa de prueba en su chacra.

La idea central es mejorar para el consumo de animales, en módulos. De esta manera al productor le queda tierra para otra actividad como por ejemplo el sembrado de maíz.

El hidropónico es un método sin suelo que permite producir, a partir de la germinación de semillas de cereales (cebada, trigo, maíz, avena, sorgo), una masa forrajera de alto valor nutritivo que se puede consumir al 100% y tiene una buena digestibilidad.

Iniciativa

Al preguntarle por la iniciativa, explicó que hace poco tiempo “presenté un proyecto mejorar el rinde del IDEVI porque muchas veces se habla de ampliar, de aumentar el caudal de agua, pero no se necesita eso, la cantidad de agua y la calidad es suficiente, lo que necesitamos es aplicar nuevas tecnologías”.

Para llevar adelante el proyecto tomó ideas de diferentes países, tal es el caso de Israel en donde se utiliza menos fertilizantes, menos agroquímicos y riego por goteo.

A su criterio, lo primero que habría que eliminar “es la quema de pastizales y también el uso de agroquímicos. Hoy la ciudad ha crecido y estamos muy cerca de las chacras, entonces todos esos químicos vienen a la zona urbana”. Muchos de esos agroquímicos "que no los absorbe la tierra terminan en el agua y así llegan a la ciudad por medio del río Negro”, insistió.

El uso del agua es otra cuestión para tener en cuenta, según señaló el emprendedor agropecuario “la estamos desperdiciando. En mi caso, por medio del proyecto hidroponico hago el forraje en un módulo, que si tuviera 200 metros cuadrados equivaldrían a 40 hectáreas. Entonces el forraje que podes hacer, además es rápido, sólo consume el 2 por ciento de agua de riego”, apuntó.

Según señaló, “esto lo hago por medio de la hidroponía, aunque en mi caso sería también aeroponía porque se usa humedad. De hecho sólo utilizo el 2 por ciento de agua del riego por inundación y sale un forraje de altísima calidad y con mucha proteína”, remarcó.

Hace un año Balogh armó un módulo de producción en su chacra y por medio de Punto Digital del Municipio de Viedma lo está mejorando, "ahora -destacó- estoy produciendo el forraje con buena proteína en diez días, pero la idea es mejorarlo y reducir el tiempo a 8”.

Al preguntarle qué se necesita para llevar el proyecto a una escala mayor, sostuvo que “sólo ganas de trabajar. El módulo tiene mucho hierro y estanterías, gastando mucho en calefacción y refrigeración, pero la  tecnología no porque una batería de 9 woltios te dura una semana. Pero eso queremos ir a la energía geotérmica. Si logramos que funcione este proyecto no tendrá límites”.

Emprender

La prueba piloto con energía geotérmica dio inicio esta semana, “la idea es utilizar energía renovable y como el mayor consumo es de noche queremos aprovechar el viento y la energía geotérmica para calefaccionar y refrigerar”.

Las ideas para el proyecto “las fuimos sacando de todos lados porque por ejemplo, más allá de lo de Israel, está esto de que en altiplano boliviano hacen invernaderos no con plásticos, sino en la tierra. La idea es llevar esa tecnología a los módulos y hacerlo con energía renovable, sería lo ideal”.

El objetivo que se platea el proyecto “es tratar de que sea todo renovable, además el mundo va a eso, las plantas nucleares ya no van, el cambio climático está, lo tenemos hoy día si vemos lo que ocurrió en Las Grutas con la lluvia. Antes cuando éramos chicos nos hablaban del cambio climático, pero hoy lo estamos viviendo. Los cambios son extremos mucha sequía en el Norte, mucho viento, mucha lluvia, Viedma con picos de 40 grados tres o cuatro días al mes, cosas que antes no pasaban”.

A partir de esta situación climática, Balogh propone: “Si en el Idevi cada chacra tuviera un módulo de 200 metros cuadrados estaríamos ampliando la producción en 40 hectáreas más, eso en forraje para animales, pero además de darle comida a los animales podríamos producir semillas para consumo humano como chía, mostaza, etc”.

La idea es “aplicar el riego por goteo, como en Israel, contar con pantallas solares y aplicar el caso de China con los rinde de maíz. Ellos están en 44 toneladas por hectárea, acá estamos en 10,   tenemos que mejorar a 15 o 20 toneladas por lo menos”.

Agroecológico

La tecnología “está disponible para todo el mundo, la idea es un proyecto agroecológico sustentable, porque quemar la tierra no va más, eso es para hacer ladrillos. Así matamos todos los nutrientes, y los agroquímicos son una cadena, si hoy usas 10 después tenés que usar el doble para que te rinda”.

Para finalizar, el emprendedor sostuvo que “la idea es que el IDEVI salga de las oficinas y ayude a los productores, yo no tengo riego, pero veo hay riego por inundación y una infraestructura de años, pero los chacareros ponen un invernadero, cómo se entiende, eso va para los casos donde no hay riego. Entiendo a los productores, pero si seguimos de esta manera no es rentable porque si utilizar fertilizantes, cada vez se necesita más, y están a precio dólar, hay que probar otras tecnologías para mejorar los rindes”.