El tema del agua en Viedma es un gran dilema que está presente durante todo el año, pero que se recrudece en verano. Por supuesto, los barrios de la periferia son los que más lo padecen. Uno de ellos es el Lavalle y los vecinos ponen el grito en el cielo. Los reclamos se multiplican en ARSA, pero sostienen que no obtienen respuesta.

Según una propietaria del barrio en cuestión, indicó que el único momento en el que hay algo de agua es a la madrugada y la mañana temprano. Ya para las 9, automáticamente, el suministro desaparece. Los que tienen bomba la llevan un poquito mejor ya que a la noche se les recarga y con eso tiran durante toda la jornada si la usan lo justo y necesario. Pero los que no tienen ni siquiera esa chance se les presenta. 

Ante esto, se levantan a la madrugada para poder juntar agua.  Esa es la única franja en la que hay. Deben acopiar en baldes, botellas y todo recipiente acorde para tener para el baño, limpiar y para cocinar, como mínimo. “Es una locura, no podemos seguir así. Las boletas llegan todos los meses con aumentos, y no se entiende el aumento si nosotros no tenemos servicio”, reclamaron.

“Los días de 40 grados no tuvimos ni una gota de agua. Es insufrible. No tenemos agua para bañarnos, lo tenemos que hacer con baldes porque de la ducha no sale una gota. Repito: nosotros pagamos las boletas y no tenemos agua. Esto no puede pasar”, cerró una de las tantas personas que se cansaron exigir y que ahora lo hacen público.