La histórica lanchita que los vecinos de la Comarca utilizan para cruzar de Viedma a Patagones y viceversa vuelve a ser noticia. No, esta vez no se rompió. Está operativa, hay una grave denuncia contra el servicio de la tarde. Así como todos enaltecen a Ceferino, el hombre que históricamente estuvo y está al pie del cañón, dicen que no pasa lo mismo cuando hay cambio de mando.

No son pocos los que se quejan de la mala educación del lanchero de la tarde. Aquellos que usan el servicio asiduamente remarcan que no devuelve el saludo y que siempre está mal predispuesto. En definitiva, esto sería una cuestión aparte, que tiene que ver con la educación, no más que eso.

Pero hay cuestiones más graves y fue Karla Krens quien lo hizo público en sus redes sociales para que todos los vecinos se enteren. Denuncia que casi siempre deja la lancha lejos del muelle y que el pasajero tiene que pegar el salto para subirse. Además, otro hecho grave, que sube más pasajeros de lo permitido.

“La verdad no me gusta ni un poco hacer descargos en redes sociales, menos cuando se trata de otras personas y mucho más cuando se trata de laburo”, comenzó y siguió: “Pero hoy me harté del trato recibido todos los días por el lanchero que presta servicio a la tarde: no te saluda, no te responde el saludo, te saca la plata de la mano, a veces ni siquiera se baja de la lancha, estaciona golpeando siempre la lancha contra el muelle, y muchas veces me ha hecho subir con la lancha en marcha y desatada del muelle”.

“Pero lo de hoy ya fue la gota que rebalsó el vaso, cuando estando con mi hijo de 4 años subió 20 personas a la lancha cuando hay una papel enorme que dice que solo hay lugar para 18. Le dije ‘¿no te parece que ya somos muchos?’ Me contesto: ‘No, y haber si te movés para hacer mas lugar’. Iba gente parada y otros sentados en las escaleras”, agregó esta usuaria.