El actor y conductor se trenzaron en una discusión que no llegó a buen puerto, al menos para el chileno que tuvo que apartarse de la situación.

Benjamín Vicuña se lo ve como a un tipo tranquilo, una persona de no mostrar sus enojos en público o bien ser de puertas adentro si le tiene que decir algo a alguien de su círculo íntimo familiar o compañero de elenco de una obra o tira televisiva.

Nunca se lo nota fuera de sí, salvo cuando en el verde césped la pelota rueda y allí sí que se termina el protocolo. De la línea de cal para adentro la cosa cambia y aquellos que sienten el fútbol o más bien la competencia muy adentro son también los que a veces pierden los estribos.

Con este anticipo está a la claras que lo ocurrió entre Benjamín Vicuña y Nicolás Repetto tiene que ver con cuestiones netamentes deportivas amateurs, lo que hace que la historia o anécdota vaya por el lado risueño de quién la cuente y en este caso el propio Benjamín la trajo a la luz.

Habiendo sido compañero de tablas con Florencia Peña, Vicuña acudió como invitado al programa de la actriz devenida a conductora y afin a la confianza que se tienen, Benjamín se mostró suelto y con muchas ganas de hablar como para contar historias que nunca relató.

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LPA tenía como sección para el invitado la "Ruleta de anécdotas", lo que consistía en que se le tiraba un título y el tenía que desarrollar una historia relacionado a eso, a sabiendas que algo de información previa había en la producción. Al chileno le tocó en suerte "Delantero puteador".

Entonces Vicuña ser relajó y contó no sin antes aclarar: "Soy un gran delantero puteador. Mis compañeros de Telefe lo saben porque jugábamos los miércoles y tiendo a creer que es al final de la Copa del mundo y no... Es un partido entre viejos de mierd... sobreactúo un poquito".

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Con la salvedad sobre la mesa, Benja se relajó aún más y contó una infidente pelea que tuvo con Nicolás Repetto en el verde cesped: "Invitado a jugar a la pelota en Punta del Este, empecé a jugar y dar la vida. Había mucho amiguismo ahí y yo era sapo de otro pozo. En un momento, me pegaron por atrás y yo reaccioné (hizo el gesto del instintivo codazo a modo de defensa), y era Nico".

"Entocnes el se enojó, se acercó y me tiró un (gesto de cabezazo tocándose la nariz). Ahí se metieron todos (a los gritos), mucho folklore", recordó el actor y lo peor de todo que el final de la historia nunca la entendió porque en ese partido revolearon una roja y fue para él nomás, quedando demostrada su presunción que era sin dudas, en ese partido, un sapo de otro pozo.