Es una multifacética de la cultura. Se llama Marcela Lungarini, vive en Viedma, y hay que aprovecharla. Por su formación y como formadora desde “Encantarte” para dar rienda suelta a nuevas expresiones culturales.

Contó a NoticiasNet que "paralelo a mi instrucción de todo lo que tiene que ver con la música, canto desde los seis años con personas del (teatro) Colón y estudié con una profesora Mercedes Martí y una gran fonoaudióloga de cantantes, Susana Naidich. También estuve trabajando en Naciones Unidas e hice mil cosas y terminé el colegio tarde, porque a los 16 años ya trabajaba y aprendía producción andando en Canal 13, de la mano de Juan Alberto Badía y de Marisa Badía, su hermana, y eran dos genios".

Reveló que "aprendí el respeto al trabajo, la dedicación, porque más que un oficio era un arte.  Todo lo que tocaba Badía lo hacía oro, en una época en la que había más talento que dinero. También pude trabajar con Marcelo Tinelli y en esas formaciones había grandes personalidades, algunas muy buenas y otras absolutamente olvidables, pero son los menos"

Resaltó que "aprendí muchísimo de producción y por eso cuando me fui a vivir a Viedma traje a Topa e hice un par de producciones grandes. Creo que fue la primera vez que el Centro Cultural estuvo colmado, por eso tuvimos que poner sillas y contratar a maestras jardineras para que estuvieran con los nenes".

Después abrió “Encantarte”, el arte y el canto adentro de la palabra que es un logo. Como couch vocal, trabaja la voz siempre con la técnica del aire, la relajación y vocalización apropiada.

SU TRABAJO

Consideró que "es reconfortante, porque es un espacio donde la gente viene a hacer lo que le gusta, lo que se privó toda la vida porque mucha gente les dijo que no servían para esto. Cada uno siente en el cuerpo lo que se lleva y ver la ilusión que tienen de subirse a un escenario y de ser un artista está buenísimo".

La profesional recordó que "en 2022 no hubo escenario ni nada, porque Garden está tapado por una calle que pusieron en la Quinta Mau y la gente no puede llegar hasta el bar. Sin embargo, terminamos con un paso doble a pedido de los alumnos con Noches de Miramar, con la invitación a todos de hacer un trencito y la verdad fue una noche de alegría".

Desde el primer día enseño cosas escénicas, pues hizo comedia musical con Hugo Midón y teatro con Esteban Mellino –dos destacados en las artes-, además de haber trabajado como extra en miles de cosas, para grandes y chicos. Después dejó y formó su familia. Sin embargo, apunto que “luego volví y comencé a trabajar mucho en producción en Viedma, hasta que empecé con ‘Encantarte’."

Tiene una alumna de 76 años y la menor de 20. “La verdad que es un encuentro y una experiencia de la que uno se lleva un montón de cosas. Me pasó de gente que me dice que es muy tímida y de repente son los primeros en ponerse a cantar, por eso ver los logros de las personas es muy bueno", puntualizó.

LA MÚSICA

Lungarini remarco que “la música llega a todos lados. Tuvimos la experiencia con un grupo de alumnos de ir a cantar a un geriátrico y fue tan triste como enriquecedora, porque hicimos a través de la música que después de haber estado cinco años mirando a la nada, se den la vuelta y miren a otra persona".

En ese sentido agregó que "familiares de los abuelos nos decían que su papá o mamá después de muchos años salieron a bailar, nos dijeron piropos y pudieron recordar la música que escuchaban".

También con las alumnas adolescentes cantaron en jardines de infantes a cantar, en el Día del Niño o de la música. “Ver a tantos chiquitos que confían en vos, que llevan un globo, y verlos cantar es muy lindo, porque la música sana, te rescata y te lleva a lugares de encuentros que son lindos", puso de manifiesto sobre esa experiencia.

Sobre esto indicó: "Yo tiré la punta y los que recogieron el hilo fueron mis alumnos. Siento que soy mejor gracias a ellos, porque es un ida y vuelta, la docencia, la música. Con muy poco y sin tanta repercusión hicimos mucho, por eso me quedó como una cosita porque nunca nos llamaron para la cantata de fin de año, sobre todo por mis alumnos y no tanto por mí".

Sus alumnos preguntan si ella va a cantar y les dice que eso es para ellos, porque a ella le va a llegar el eco y las repercusiones de la gente que les guste. “La música une y transmite cosas lindas", insistió.

RADIO

"Cuando empecé en la radio (Raíces) fue justo cuando arrancaba la pandemia. Me llevó un alumno porque me dijo que mi estilo espontáneo le iba a gustar mucho a la gente y el ida y vuelta que tuvimos fue muy bueno, a través de la música.Así empecé a cantar por pedidos o con cosas que iba llevando y luego fui una de las que comenzó a llevar a artistas que cantaban en la radio. Recuerdo a Edelmiro Farías, pero la verdad que fueron varios que llevaron su obra e incluso otros lo hacían por teléfono, pero lo hicimos con varios en la Comarca", concluyó.