En el acto de los 65 años de la Policía de Río Negro, se distinguieron a aquellos integrantes de la fuerza que sobresalieron con su labor.

Los primeros reconocimientos fueron para los sargentos Efraín Licera, Rodrigo Emanuel Villarino y Natalia Fernanda Ramos de la Comisaría 38 de Viedma. Ellos el 23 de febrero de este año acudieron a un llamado telefónico del 911 a una vivienda del barrio Mi Bandera, ya que una niña de 6 años no podía respirar bien y estaba sin signos vitales.

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La rápida reacción de los uniformados, quienes le practicaron maniobras de reanimación cardiopulmonar, permitió que pudiera volver a respirar y fue trasladada en un móvil policial hasta el hospital local. Los sargentos le salvaron la vida a la criatura.

Se ganaron otra mención especial el sargento Osvaldo Martín Arrascoyta y los cabos Cristian Ezequiel Cardozo y Emanuel Alfaro, por su actitud en un hecho policial el 16 de febrero, en un campo a la vera de la ruta Nacional 251.

Un sujeto de 21 años que tenía tobillera y otro acompañante delictivo ingresaron a un establecimiento rural y encerraron a siete vacunos para faenarlos clandestinamente. El dueño dio aviso a la Brigada Rural y los uniformados lograron aprehender a uno de los malvivientes en el propio campo y a otro en la zona urbana.

En otro tercer caso, se reconoció al subcomisario Juan Ariel Cañupan, al sargento ayudante Aroldo Raúl Monserrat y al sargento Ismael Montenegro de la Comisaría 20° de General Conesa, por su intervención en un atroz episodio.

El 20 de marzo se dio aviso a que en calle Saavedra al 200 de Conesa una mujer estaba secuestrada por su expareja. El sujeto, sobre quien pesaba una orden de restricción, la agredió físicamente, la mantuvo encerrada por lo menos tres días y abusó sexualmente de ella. Los efectivos rescataron a la joven y se dio inicio a un legajo judicial por "desobediencia judicial, lesiones y abuso sexual". Posteriormente, tras la audiencia de formulación de cargos el agresor quedó detenido y bajo vigilancia judicial.

En un cuarto caso, recibieron una mención el sargento Rodolfo Vicente Zapata, el cabo primero César Nicolás Buenopil y el cabo Marcos Maximiliano Añarcón de la Comisaría Primera.

El 25 de junio, dos ladrones robaron en UNIKIDS de la calle Guido al 400. Zapata estaba haciendo un adicional en el Hospital Zatti y pudo interceptar a uno de los malhechores con bolsas y varios elementos en su haber. Los demás efectivos tomaron el asunto y lograron reducir al segundo delincuente en Yrigoyen y Guido, y todo lo sustraído fue devuelto a su dueño.

El último reconocimiento fue para la subinspectora Lorena Eliana Herrera y para los sargentos ayudantes Cristian Prieto y Rafael López Pérez, de la Comisaría Primera.

El 5 de agosto se activó la alarma en Cadejur de la calle Alvear 865. En consecuencia, la comisión policial que se encontraba de recorrida en una patrulla logró ver a dos masculinos en actitud sospechosa. Se los persiguió hasta Dorrego y Bernal, donde descartaron una mochila con objetos robados y luego se comprobó que habían ingresado por el techo, luego de dañar dos ventilas. Se recuperó lo que se llevaron y los cacos quedaron tras las rejas.