El anterior dirigente, Abu Ibrahim al Hashimi al Qurashi, murió el 3 de febrero en una operación de las fuerzas especiales de Estados Unidos en una casa de la provincia siria de Idlib, un bastión de la oposición siria en el noroeste del país. Al Qurashi había sido proclamado califa por el EI en 2019, tras el deceso de su antecesor, Abu Bakr al Bagdadi, en otra operación estadounidense.
Desde la muerte de Al Bagdadi, los líderes de Estado Islámico, notoriamente debilitado tras su derrota en Irak y Siria, han sido apodados Al Qurashi, en referencia a la tribu de Quraish (o Coraichitas, en español), a la que perteneció el profeta Mahoma, y que los dos últimos líderes han empleado para darse legitimidad.