Brasil y Serbia fueron los últimos equipos en debutar en la Copa del Mundo. Fue en el cierre de la jornada del jueves, con victoria para los sudamericanos por dos a cero. Los dos goles los convirtió Richarlison, el segundo, un verdadero golazo.

En el duelo correspondiente al Grupo G, se anticipaba un duelo con buen fútbol. Serbia, tal vez con la mayor cantidad de jugadores de elite de los últimos tiempos intentaba dar el batacazo. Brasil, candidato de siempre, con un equipo que da miedo.

En la primera mitad, no se sacaron ventajas, si bien los dirigidos por Tite manejaban más la pelota no pudieron concretarlo en el arco rival. A Serbia por su parte, parecía no caerle nada mal el juego físico e intentar aprovechar la altura que tenía en ambas áreas.

A los 17 minutos de la segunda mitad, Richarlison aprovechó un rebote en el área chica y sin ninguna marca envió la pelota a la red. Provocando el desahogo de los brasileros, que eran más desde lo colectivo pero seguían sin poder quebrar el marcador. Vinicius Jr disparó al arco, pero el arquero serbio, Milinkovic-Savic retuvo el remate, pero dejando la pelota suelta.

A los 28 minutos, el atacante del Tottenham dominó una pelota dentro del área y giró sobre su cuerpo haciendo una acrobacia digan de enmarcar para la eternidad. Giró y con una tijera dejó sin chances al arquero y anotó el dos a cero en el marcador. Resultado que sería final.

En el primer turno, disputaron su duelo correspondiente al mismo Grupo G, Suiza y Camerún con victoria por uno a cero para los europeos. En este partido ocurrió una incidencia que quedará registrada en la historia de los mundiales, es que por primera vez, un jugador anota en contra del país de nacimiento. El camerunés Embolo, nacionalizado suizo marcó el único tanto del partido.