El estudio Crisol-Morón de esta capital consiguió anular un préstamo que había generado a un cliente bancario, y a la vez logró que su cliente sea indemnizado mediante un fallo del Juzgado  Civil, Comercial, Minería y Sucesiones N° 9 de General Roca.

Es que el caso surgió en una sucursal bancaria privada de esa ciudad donde el cliente sufrió una estafa en plena pandemia del coronavirus, y que fue obligado a entregar claves bancarias en el marco de un engaño perpetrado por terceros en un cajero automático. En 2020 le habían generado un préstamo de 414.000 pesos, y el banco no entendió razones del acto ilegal.

La jueza Verónica Hernández hizo lugar a la demanda de daños y perjuicios interpuesta por el cliente declarando la nulidad del contrato de préstamo. Paralelamente, condenó a abonar a la entidad crediticia en el plazo de 10 días  la suma  900.000 pesos  en concepto de daño moral y daño punitivo con más sus intereses determinados en cada uno de los considerandos.