Si hay un tema que no deja de llamar la atención en Viedma, sin dudas es la salud. Y en este punto entran todos. Sin discriminación alguna. Es sabida la condición del público, con un éxodo masivo de profesionales y con los médicos que quedan haciendo lo que pueden. Pero lo mismo se replica en el privado, que se supone que las condiciones son –o deberían- ser otras.

En plena madrugada, una joven tuvo un problema de salud, pero anduvo por toda la capital rionegrina sin nadie que la auxilie. “Tuvo que concurrir de urgencia a un centro de salud. En primera instancia se dirigió a Clínica Viedma, lugar en el que promocionan guardia medica las 24 horas. Le explicaron que la médica de guardia se había ausentado y regresaría recién a las 6 de la mañana”, comenzó denunciando el papá de la joven.

“Luego de esto, se dirigieron al Sanatorio Austral, al que encuentran directamente cerrado, sin atención de ningún tipo. Por supuesto, tampoco atendieron el teléfono”, agregó esta persona que no logró ocultar su indignación. Por supuesto toda esta carrera contra el tiempo terminó en el Hospital Zatti. Con obra social y sabiendo la cantidad de gente que va, intentaron evitarlo, pero no les quedó otra.

“Tercera tentativa, el hospital de Viedma, siempre disponible, pero colapsado de gente para la guardia. Mi pregunta es, como la de muchos: ¿Es posible que en una ciudad capital, con tantos habitantes, todavía sucedan estas cosas?”, agregó el hombre, sin encontrar esa respuesta.