Una mujer de 28 años de edad denunció ante la Justicia a efectivos de Policía de Río Negro por mal desempeño de funciones y lo que consideró un “ilícito penal”, a partir de un hecho registrado el pasado 13 de noviembre en un domicilio de calle Brown al 800 en el barrio Belgrano.

Según manifestó la joven, en la mencionada fecha había ido a cenar con su pareja “a la casa de un amigo de él, a la que yo no quería ir”. En este orden, añadió que alrededor de la una de la mañana “mi pareja, en rehabilitación, sale al balcón con su amigo y fuma un porro”, ante lo cual le dice que se quiere ir porque no le gustaba el ambiente.

Es así que la pareja se va del lugar, llegan al domicilio de Brown, antes mencionado y comienzan a discutir por la situación vivida. Fue así que “forcejeamos hasta que logré salir de la cama e irme de la casa”, pero cuando llegó a la puerta su pareja la golpeó, se rompió el vidrio y la joven denuncia que fu golpeada en el piso.

Tras la discusión la pareja de la joven llamó a su padre, policía retirado, y es así que llegan más efectivos en donde “yo pasé de ser víctima a ser la violenta”.

Detenida

Si bien dijo que a los efectivos “intenté explicarles lo que había sucedido, no me escucharon, y ahí entre dos o tres policías varones me llevaron a la fuerza al patrullero, me metieron con golpes al interior y me llevaron a la Comisaría Primera”.

Contó que una vez en la Comisaría “me metieron en un calabozo donde nadie me decía nada, yo les pedía que me expliquen por qué después de haber sido golpeada estaba detenida y mi agresor no”.

Otra cuestión que denunció la joven fue que “después llegó el médico policial, que pensé que me iba a revisar, pero sólo me miró, no me quiso revisar, a pesar de que le explicaba lo que me había pasado”.

Después de esto, según su versión, “una mujer policía me saca a la fuerza de esa oficina, me lleva de los pelos a la rastra nuevamente al calabozo”.

Como no quería ingresar nuevamente “comenzaron a golpearme hasta que lograron meterme adentro y me encerraron. Recién a las ocho de la mañana pude llamar por teléfono a mi hermano porque con el cambio de guardia la mujer que ingresó me escuchó y dejó avisar”.

La joven mujer denunció todo el padecimiento vivido esa noche ante la Justicia y ahora espera sanciones para quienes la golpearon.

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