El cuerpo de Susana Cáceres fue encontrado junto al Río Reconquista, en el partido de Ituzaingó. Estaba desaparecida desde hacía diez días, cuando salió de su casa en la localidad de Villa Trujui, partido de Moreno.

Según informaron fuentes policiales y judiciales, los investigadores determinaron que su cuerpo estaba parcialmente calcinado y presentaba golpes y heridas de arma blanca. Los peritos de la Policía Científica trasladarán el cadáver hacia la morgue para realizar la autopsia correspondiente.

El reconocimiento se logró en base a un tatuaje con el símbolo de "Chevrolet", que Cáceres llevaba en uno de sus antebrazos, y la vestimenta que tenía puesta antes de desaparecer.

Adriana, una prima de la víctima, agradeció en declaraciones a la prensa "al personal policial y a los medios de comunicación" por el tratamiento que se le dio al caso. Además, afirmó que "ahora comienza otra etapa para aclarar todas las dudas".

Cáceres era madre de cuatro hijos y salió de su casa el martes 8, cerca de las 16. Dejó a la menor de sus hijas, una beba de un año y medio, al cuidado de su madre. "Ahí vengo ma", le dijo antes de ir a pagar una deuda por unos electrodomésticos que había comprado la semana anterior. La vieron por última vez la madrugada del miércoles, en el barrio de Mariló, en Moreno.

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