Cuatro pequeños niños se salvaron de milagro, luego de que se cayera gran parte del techo de una de las piezas de la vivienda que ocupan junto con sus padres en la calle Guemes al 300 de esta capital provincial.

Al momento del hecho los niños se encontraban en la cocina, cuando sintieron una explosión y era el techo que se había caído.

La casa en cuestión pertenece a la SENAF - Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia- y está en muy precarias condiciones, según relató Florencia Apolef, madre de los menores.

Ahora la familia espera por una pronta ayuda para encontrar un lugar mucho más habitable.

Derrumbe

En conversación con NoticiasNet, la mujer comentó que el hecho se registró el jueves alrededor de las 18 en la vivienda que está ubicada detrás del Caina.

Según relató a este medio, “la casa es una vivienda muy precaria, nosotros fuimos a vivir ahí hace unos años con mis cuatro chicos de 5, 7, 8 y 10 años".

En un primer momento "le alquilamos a una persona, pero tiempo después aparecieron autoridades de la SENAF y nos dijeron que eso estaba usurpado que la persona que me alquilaba nos estaba estafando”.

A partir de esta situación, ocurrida hace unos dos años, “fui al SENAF para ver qué podía hacer con mis cuatro chicos, les dije que me cobraban 10 mil pesos y que los pagué durante un tiempo largo. Me dijeron que no saliera, más allá de que el supuesto dueño me habían amenazado con desalojarme. Me dijeron que me quedara porque eso pertenecía a la SENAF y no a la persona que me cobraba un alquiler”.

Sobre la vivienda, Florencia reconoció que “prácticamente está para demolición porque es muy vieja. Nosotros veíamos que la loza como que se iba rajando, pero nada importante”.

No obstante, “este jueves me encontraba trabajando cuando me llama el papá de mis nenes y me cuenta que se había caído la losa completa del dormitorio mío. La verdad que perdimos todo lo que había en el lugar, no nos quedó nada”.

Consultada por los niños, comentó que “los nenes estaban en el comedor, por suerte no les pasó nada” y añadió que “al momento del hecho el papá los había dejado solos porque iba a preparar una clase, él es personal trainer, y volvía enseguida. No iba a tardar más de 15 o 20 minutos".

Al regresar al domicilio el padre encontró a los nenes asustados, pero en perfecto estado de salud.

SENAF

A raíz de lo ocurrido, “este viernes fui a la SENAF para ver qué podía hacer, pero no pude hablar con nadie porque la persona que me iba atender, Roxana Mendez, no estaba. Me pidieron el número de teléfono porque supuestamente me iban a llamar antes de las 17, pero no me llamaron así que habrá que esperar hasta el martes”.

Para finalizar, la mujer sostuvo que “ahora no nos queda otra que aguantar ahí porque tengo todas mis pertenencias” y añadió que “a los chicos los mandé a la casa de mi mamá por un tiempo, hasta que podamos resolver y ver qué hacemos”.