30/09/2022

El incansable trabajo de Lidia Lobos, del merendero Los Changuitos: “No me sobra, pero me gusta ayudar”

Con más de 15 años ayudando en distintos lugares, hace poco más de 2 años abrió su propio espacio al que asisten 65 chicos.

El incansable trabajo de Lidia Lobos, del merendero Los Changuitos: “No me sobra, pero me gusta ayudar”

La compleja realidad del país en términos económicos no es ajena y se replica en Viedma y Patagones. El índice de pobreza para la Comarca vinculado al primer semestre de este 2022 marca que es del 39, 4 por ciento. En lo que respecta a la Patagonia, estas dos ciudades lideran la triste tabla.

Lo que se vive se refleja en los barrios. Para lo bueno y para lo malo, la mirada siempre tiene que estar en estos lugares. Allí está el contexto y el actual dice que hay desbordes por todos lados. Los comedores no logran cumplir con todos ante la cantidad de vecinos que se acercan a pedir un plato de comida.

A raíz de esto, Radio Noticias (105.5) habló con Marisa, del Merendero Ropero Emanuel, que funciona en el Lavalle. La señora, entre otras cosas, contó que antes deban viandas 3 veces por semana y que ahora tan sólo los viernes porque no les alcanza lo que tienen para cocinar para todos. La parte más angustiante, y cómo no alcanza, tienen que elegir a quién darle comida. Hacer esa selección es un gran puñal, pero no les queda otra. 

Por otro lado, en lo que respeta a la ciudad maragata, Lidia Lobos, que tiene a su cargo el merendero Los Changuitos, en el barrio Santa Rita se refirió a cómo están atravesando el presente en ese lugar. “En nuestro caso, estamos haciendo viandas martes y jueves. Gracias a Dios, con la colaboración de la gente. Por otro lado, miércoles y viernes hacemos merendero”, comenzó.

“En total tengo 65 chicos anotados, pero se van sumando y a veces nos quedamos cortos, pero la gente entiende. Hay tanta falta de trabajo, pero esto lo hacemos con mucho amor y con la colaboración de la gente. Yo trabajo con mis hijos, con un chico que viene, con una vecina”, indicó Lobos y agregó que el 8 de octubre cumplen 2 años y 4 meses desde que abrieron sus puertas en plena pandemia. “Yo también colaboro en el comedor Los Abuelos, cuando me precisan. Siempre, donde me necesitan, estoy”. 

Cómo nació su colaboración

“En plena pandemia y me surgió por la gente, cuando todo el mundo se quedó sin trabajo. Yo llevo como 15 años en esto, en trabajar en distintos comedores. Cuando abrimos, me tiró la idea José San Martín y un grupo de 15 jóvenes y no lo dudé porque yo siempre quise tener un merendero en mi casa, me gusta ayudar…soy así: solidaria”, informó Lidia.

Luego, indicó que es todo a pulmón: “No me sobra, soy empleada doméstica, hoy sí, mañana no, no soy jubilada ni pensionada, recién el año que viene me jubilo, pero me gusta ayudar a la gente más allá de que no me sobre. Tengo colaboradores, gente a la que le mando un WhatsApp siempre están para colaborar”.

“Esto no es municipal ni nada, simplemente con la ayuda de la gente. Lo hago en mi casa, pero al costado estamos por terminar un saloncito para sacar el merendero de mi cocina. Acá no vienen a comer o tomar la merienda, sino que les entregamos la vianda, porque no podría tenerlos a todos acá adentro. En estos días lindos tenemos el ropero solidario afuera. Por suerte nos llegan muchas cosas, no estamos teniendo problema”, remarcó. 

Luego, habló de los motivos por lo que no tienen colaboración por fuera de los vecinos: “No tenemos ayuda del municipio porque hemos tenido choques. Yo defiendo a los chicos y no mezclo la política con esto. Para mí son todos iguales, no me importa el color, la religión, atendemos a todos por igual. Todas las noches, cuando terminamos, digo 'misión cumplida', y le doy gracias a Dios por la gente que viene y me colabora. A veces no alcanza y me pongo triste. Pero al otro día salgo a buscar, pongo la cara porque sé que la gente espera”.

Ayuda y colaboración

Por un lado, comentó que están haciendo socios, una suerte de padrinos del merendero para que, con ese dinero, comprar material para poder terminar el salón. “Está levantado hasta arriba, pero falta comprar chapas, una puerta, una ventana. Si a la gente le sobra, porque recibimos usado, no tenemos problema”. Además, el teléfono de contacto para dar una mano es el: 2920-355194. 

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