"Cuando me muera vas a poder venderlos y van a salir guita" le dijo el femicida Ricardo Barreda a una amiga que lo visitaba en el geriátrico donde estaba alojado cuando se los regaló antes de su muerte el 25 de mayo de 2020.

“Pensé en quedármelos de recuerdo. El pagó lo que hizo, pero con nosotros fue muy bueno. Hasta le festejábamos los cumpleaños. Pero estoy necesitada de plata. Ni idea cuánto pueden costar esos lentes y quién los compraría. Pero aunque me den diez mil pesos sería genial”

Contó la mujer justificando la reserva de su identidad para evitar insultos o reclamos o denuncias sobre el artículo a la venta.

Barreda fue el protagonista de uno de los femicidios más conmocionantes de la historia Argentina. El 15 de noviembre de 1992 asesinó con una escopeta a su esposa Glayds McDonald, sus hijas Adriana y Cecilia, y su suegra Elena Arreche.

Tres años después de los asesinatos lo condenaron a prisión perpetua hasta el año 2008 que recibió el beneficio de arrestro domiciliario.

Los artículos que regaló no fueron solamente sus anteojos, también se incluyeron dos camisas y un pantalón, derivando en una forma tétrica de marketing de objetos, que incluyen gorros, tazas y hasta remeras. Eso derivó en una página web que enlazaba datos del asesinato múltiple además de la venta de pins con la cara del femicida. 

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