El actor estuvo al borde de la muerte a principios del año pasado tras haberse contagiado de coronavirus. El fuerte relato del artista y los momentos que atravesó estando internado.

Raúl Rizzo es uno de los actores de mayor trayectoria en nuestro país. Ya fuese con sus trabajos de cine, teatro o TV, personificó papeles inolvidables en los que se lo recuerda prácticamente por sus roles de villano. Sus dotes artísticos lo llevaron a hacerse un nombre gigante dentro del mundo del espectáculo, y siempre resulta sano poder verlo en toda su magnitud y esplendor.

Hoy el actor se encuentra disfrutando de su vuelta a la actuación con el interesante trabajo que realiza en 'El buen retiro', la nueva serie de Flow que protagonizan Luciano Castro, Betiana Blum, Mirta Busnelli, Claudia Lapaco y María Leal. Sin embargo, a principios del año pasado la vida de Rizzo corrió un gran riesgo y lo recordó en una charla con 'Detrás de escena', programa que se emite por AM 540.

¿A qué nos referimos? A la delicada situación que atravesó al contraer Covid-19, llegando a estar al borde de la muerte en febrero de 2021. "Me contagió mi hijo Salvador y el que peor la pasó fui yo", comenzó recordando el actor en el ciclo radial.

"Fue muy fuerte y me tuvieron que entubar y hacer traqueotomía. Pasé cuatro meses internado, uno de ellos en terapia intensiva. Estuve en coma inducido, inconsciente y el primer mes tuve alucinaciones. No era consciente de la situación en la que estaba y vivía en otra dimensión", confesó Rizzo, conmocionando a toda la audiencia por tan cruel situación que debió vivenciar.

Lee también: Las profunda declaración de amor de Rusherking a la China Suárez con su nuevo tema

El relato se profundizó al detallar que tuvo alucinaciones y no era consciente de todo lo que estaba sucediendo, como si hubiese estado en otra dimensión. "Pasé la etapa más grave en un sanatorio y luego me trasladaron a otro para la recuperación. Cuándo me desperté y abrí los ojos no lo tengo presente, no tengo consciencia de ese momento ni de quién era yo. Estuve desprendido de mi ser".

"Me interné el 3 de febrero y sentí que ese mes tenía un devenir inverso al resto del año. Le di forma al bicho, al virus: tenía unas alas enormes amarillas, era como una especie de langosta que entraba a la habitación y me volaba por encima. Le gritaba a la enfermera, en mis alucinaciones, ella venía con una rama corriendo y le pegaba hasta que caía el bicho y lo mataba", agregó.

Definitivamente la situación límite que debió atravesar Rizzo deja entrever todo lo que vivió durante esos preocupantes momentos, pero aún así la fuerza de voluntad nunca se quebró. "Tenía muchas ganas de seguir viviendo, puse una enorme fuerza. Me recuperé de a poco con la ayuda de muchos profesionales: tuve kinesiología todos los días, kinesiología respiratoria, fonoaudiología, psiquiatría, psicología. Tenía que recuperar hasta el escribir, el masticado porque hacía tres meses y pico que no comía y estaba alimentado por una sonda. Perdí 15 kilos", explicó.

Acompañado por Paola, su mujer y madre de su hijo Salvador que tiene 10 años, el actor entiende que aquel durísimo suceso le dio un nuevo enfoque a su vida. "Me cambió la vida para siempre y aprendí a valorar todo de otra manera. No sé si soy un nuevo Raúl pero hoy valoro pequeñas cosas que antes pasaba de largo. Estoy vivo y tengo que admitir que tengo un vínculo distinto con Dios. Era agnóstico y un día le dije: ´Tirame una soga, Diosito, tirame una soga´. Se lo pedí y hoy soy creyente. No me quería ir, quería seguir acá. Acá estoy, hablando con ustedes". Fuertísimo.

Lee también: Cómo es el pacto secreto entre Wanda Nara y Maxi López