Carlos Salim Balaá (más conocido como Carlitos Balá, como personaje cómico infantil) tuvo una representación social importante para miles de generaciones de argentinos, tanto desde la televisión como en sus giras artísticas, y en la Comarca Viedma-Patagones dejó su impronta.

Con el correr del tiempo consiguió que muchos, en ambas ciudades, lo tuvieron cerca como para entregar con absoluta candidez el chupete, mientras el personaje preguntaba sobre el gusto de la sal, y elogiaba una actitud con la frase: “un kilo y dos pancitos”.

Una de las primeras incursiones de Balá en Viedma fue en la década del ’70 cuando actuó en el club Villa Congreso, y antes del espectáculo tuvo que salir a saludar a los entonces niños, niñas y adolescentes a un balcón del ex hotel Comahue frente a la plaza Alsina.

Tuvo otras dos visitas a la Comarca entre 1988 y 1992, y quien tiene un recuerdo vívido de ese momento es el periodista y locutor, Miguel Romano, en virtud de que por entonces había montado Radio del Carmen en Patagones.

“La primera vez que visitó la radio fue en 1988, y cuando salió había como 300 personas que lo estaban esperando para que Carlitos firme un autógrafo”, contó a NoticiasNet sobre el acumulamiento de niños y niñas para entregar el chupete.

Durante la segunda oportunidad lo entrevistó en 1992, Romano tuvo que ajustar algunos detalles de la salida. “También –apuntó- había gente en la vereda pero en esa oportunidad ‘Carlitos’ estaba apurado porque tenía que cumplir con otras entrevistas, entonces me pidió salir por una puerta lateral. Justo en una de las habitaciones estaban mis padres que vinieron a visitarme, y aprovecharon a saludarlo y abrazarlo”.

Romano recordó una anécdota familiar. Su tercera hija Paola, nacida en 1977, dejó el chupete gracias a la insistencia de Miguel que enviaría a Buenos Aires el pezón plástico. Romano nunca cumplió con la “amenaza”, y es día de hoy, que su hija se lo reprocha.

Durante la jornada, gran cantidad de viedmenses y maragatos que crecieron disfrutando de Balá, expresaron sus condolencias por el fallecimiento recordando al perro invisible “Angueto”, y el famoso “eaea…..pepé…”.