Azul Zabaleta, de 15 años, caminaba por una de las galerías del colegio marplatense Don Bosco. De pronto, pasó al lado de un cesto de basura, sin saber que adentro había un explosivo casero que estallaría. El mismo formaba parte de un reto de TikTok y le dejó graves consecuencias.

“El diagnóstico hoy es que tiene una hipoacusia neurosensorial bilateral severa. Sufrió la pérdida del 96,4 % de su audición bilateral y deberá usar implante coclear en ambos lados”, explicó su papá, Matías Zabaleta, a TN. Además, apuntó contra las autoridades de la escuela: “Subestimaron lo que pasó, no garantizan la seguridad de su alumnado”.

Zabaleta recordó cómo fue ese día: “Azul estaba tirada en el piso de la preceptoría, desvanecida del dolor. El trauma acústico le afectó el equilibrio y no daba más”. También comentó que la ambulancia nunca llegó, por lo que tuvo que cargarla en brazos para llevarla de urgencia al hospital.

Todos los estudios le daban mal y decidieron dejarla internada para intervenirla quirúrgicamente tres veces consecutivas. Luego, debió someterse a altas dosis de corticoides y a sesiones de cámara hiperbárica que buscaban bajar la inflamación de los tímpanos.

“Este mes y pico de sus tratamientos fue un calvario para ella, el hecho de someterse a los diferentes procedimientos. Sufrió un montón, se perdió muchas cosas. Está muy mal”, indicó el padre.

Hace algunos días se realizó nuevos estudios y las noticias fueron desalentadoras. “Dieron peor de lo que venían dando. El viernes nos enteramos de la triste noticia. Confiábamos en que se iba a reponer porque creíamos que un adolescente se sobrepone mejor a estas cosas, pero resultó trágico. Para resolver su problema, deberá usar implante coclear, pero escucharemos a otros especialistas también”, señaló.

El diagnóstico fue devastador, ya que, en el caso de tener que usar implantes, la joven no podrá volver a practicar deportes de contacto. “Ella juega rugby y karate. Se desvive por los deportes que le gustan y si sucede, no va a poder jugar más”, se lamentó Zabaleta.

Por otra parte, la familia está descontenta con la actuación de la institución. “No llamaron a la policía ni a la división de explosivos, no se hicieron los peritajes correspondientes con el instrumento casero, manipularon las cosas, no se resguardó la escena. Subestimaron todo, hubo muchas irregularidades y no le dieron importancia a lo que pasó”, apuntó el hombre.

Por este motivo, inició una denuncia penal como padre y abogado de la víctima: “La escuela quedó muy corta, los sobrepasó. El director y todos en su equipo son los responsables directos de cuidar y de velar por la seguridad de los alumnos y esto no sucedió”. Hasta el día de hoy, el colegio todavía no logró identificar a los autores del challenge de TikTok.