Gladys Ríos fue supervisora de Enfermería del hospital neonatal de la ciudad de Córdoba donde se investiga la muerte de cinco bebés, un hecho que ella calificó como un "genocidio".

La enfermera trabajó hasta fines de julio de este año en el Hospital Materno Neonatal Dr. Ramón Carrillo, y aseguró que cuando comenzaron a conocerse las “muertes sospechosas” pidió a las autoridades del centro de salud que se hiciera una investigación, pero “lo están haciendo recién ahora porque todo saltó a la luz”.

De este modo, Ríos afirmó que los fallecimientos “venían pasando desde marzo” de este año, y agregó que “seguramente hubo una mano negra en todo esto” que ocurrió.

Asimismo, detalló que la Dirección de Enfermería del hospital había iniciado una “investigación interna” con “entrevistas a puertas cerradas” a los enfermeros, y que no se podía hacer ninguna denuncia al respecto porque le decían que "todas teníamos que callarnos”.

“Esto para mí ha sido un genocidio”, afirmó la enfermera y abogó por “una investigación que haga justicia”.

En relación a la hipótesis de que las muertes fueron por medicamentos vencidos o negligencia en alguna inoculación, la enfermera dijo que “se pusieron lotes nuevos”, y agregó que los mismos medicamentos se suministran en otros centros de salud y no ocurrieron fallecimientos de recién nacidos.

Además, una fuente vinculada a la investigación manifestó hoy que el fiscal Raúl Garzón, a cargo de la investigación, pidió informes sobre los medicamentos y cantidad dosificada a los bebés fallecidos, en particular sobre la presencia de potasio.

Hasta el momento la causa no tiene imputados ni detenidos, y se originó a partir de una denuncia formulada por el Ministerio de Salud, al ser reportadas al menos cinco muertes de bebés, entre marzo y junio.