Hubo un tiempo en que vivir en la Comarca era garantía de seguridad. Padres, pero sobre todo abuelos, hablan casas de puertas abiertas, de autos que se dejaban en marcha cuando uno se tenía que bajar dos segundos por algo puntual. Dos ejemplos que desde hace unos años son impensados, porque cuando a los delincuentes les das un metro de ventaja te dejan sin nada.

Esto viene a colación de lo que está sucediendo en Patagones, que también pasa en Viedma, pero vamos a un ejemplo puntual. Días atrás este medio se hizo eco del robo de una bicicleta. Una joven estaba circulando y vino una persona que sacó un cuchillo de entre sus ropas y la amenazó con apuñalarla si no se la daba.

Esto generó una gran impotencia entre su familia, sobre todo en su hermano, Alejandro que, ante la inoperancia, buscó resolver el caso por su cuenta, con el riesgo que eso implica. Sucede que el que la robó –sus iniciales son J.L- tiene un largo prontuario y varios ingresos a la comisaría.

Sepa entender, estimado lector, que la Justicia no permite dar datos precisos porque se “entorpece la investigación”, pero podrá encontrar a este bandido con foto y todo en las redes sociales. La fama que tiene en Patagones hace que toda la población sepa de J.L. El foco no está en la policía, que ya lo detuvo varias veces, sino más arriba.

El tema es que está libre y atemorizando a todos los vecinos que ya no saben qué hacer. Incluso, se desató un gran debate sobre qué sucedía si este chico que fue a recuperar la bici lo encontraba y el tema pasaba a mayores. El delincuente no se la iba a dar así nomás y el final -por el enojo en sus venas- podría haber sido hasta con la víctima detenida. Sí, insólito.

¿Por qué decimos que el tema empieza en las más altas esferas? Porque personas que han sido víctimas de este hombre sostienen que tiene una tobillera electrónica. Evidentemente está cumpliendo una condena domiciliaria, pero hace lo que quiere. O no está funcionando o lo dejan ser, pero en el medio están los vecinos, que cuando lo ven cerca, tratan de alejarse.