30/07/2022

La historia del criminal nazi que vivió en Río Negro con total impunidad y nunca pidió perdón

Recordado como prestigioso vecino de Bariloche, Erich Priebke fue responsable de la ejecución de 335 civiles en unas minas abandonadas de las afueras de Roma

La historia del criminal nazi que vivió en Río Negro con total impunidad y nunca pidió perdón

El trabajo de un documentalista argentino y dos periodistas acabaron con la total impunidad que gozaba el joven haupturmführer de las SS Erich Priebke.

Con 30 años, ayudante de Herbert Klapper, el 23 de marzo de 1944 obligó a subir a 335 hombres a camiones del ejército alemán y los condujo a unas minas abandonadas en las afueras de la ciudad.

A estos hombres los saco de diferentes cárceles: algunos estaban esperando su condena de muerte, otros eran 75 judíos que serían deportados a campos de exterminio y el resto, sólo tenían cargos menores.

Cuando la caravana llegó a esas viejas minas abandonadas, conocidas como las Fosas Ardeatinas, los soldados al mando de Priebke hicieron bajar a los hombres, los hicieron entrar en grupos de a cinco a las cuevas cavadas en las piedras y, sin prisa pero sin pausa, los fueron ejecutando con tiros en la nuca.

Al volver a Roma, lo felicitaron por la eficiencia con que había ejecutado su misión, una represalia ordenada por el propio Adolf Hitler por la muerte de 33 soldados alemanes en un atentado realizado por la resistencia italiana con una bomba escondida en un carro de basura. Diez por uno había sido la orden del Führer y se cumplió con creces: en lugar de asesinar la cifra exacta de 330, se agregaron otros cinco.

La relación entre Erich Priebke y Río Negro

Terminada la Segunda Guerra Mundial (SGM), Erich escapó en 1946 de un campo de prisión en Rímini y consiguió una nueva identidad.

Con un nombre falso y pasaporte de la Cruz Roja suministrado por El Vaticano, llegó al puerto de Buenos Aires en 1948 y pocos días después se dirigió hacia Bariloche, una ciudad donde, desde mucho antes de la guerra, los inmigrantes alemanes tenían una notable presencia.

Una investigación del Centro Wiesenthal en Alemania llevó a Sam Donaldson, corresponsal de televisión de ABC, a viajar a Bariloche, hogar de muchos fugitivos nazis. Llegó en marzo de 1994. Allí conoció y entrevistó a Erich Priebke, entonces Director de la escuela alemana local.

En 1950, se generó una política que, para quienes entraban al país podían recuperar su nombre: es así que el soldado de la SS volvió a tener su nombre original.

Erich Priebke, nacido en Hennigsdorf, Alemania, el 29 de julio de 1913, cumpliría ayer 109 años.

Pacto de silencio

Uno de sus alumnos en el colegio alemán de Bariloche, se inquietó por la transmisión de generación en generación de algunos esquemas ideológicos.

Es así, que Carlos Echeverría creó el documental Pactos de Silencio y  junto con un libro del periodista Esteban Buch y unas imágenes logradas por un equipo de la cadena norteamericana ABC encabezado por el reportero Sam Donadson, resultaron determinantes para que Erich Priebke no terminara sus días impune en la Argentina.

En su breve estancia en Buenos Aires, cuando todavía se ocultaba bajo una identidad falsa, Priebke trabajó como mozo en una de las cervecerías de la cadena Münich, cerca de Retiro.

-Era lógico -explicó Echeverría en una entrevista a Infobae – porque antes de enrolarse en las SS, Priebke había trabajado en el rubro gastronómico en Inglaterra y en Italia.

Al llegar a Bariloche, con su verdadero nombre, siguió en el rubro. Primero en el Hotel Catedral y luego en otro hospedaje famoso de la ciudad, el Hotel Bellavista, donde llega a ser encargado. Su dueña lo recuerda como un hombre correcto y eficiente, pero también cuenta con no poca reticencia un episodio en el que dos turistas que se habían alojado allí se espantaron al verlo y que le dijeron que ese hombre tan correcto era un criminal de guerra. “Yo no sabía nada”, dice la mujer y también reconoce que no hizo nada al saberlo.

El ciudadano notable

Para entonces, Erich Priebke había cumplido su aspiración de transformarse en personaje notable y referente de la comunidad alemana de Bariloche.

-Comienza a ser un personaje más notorio a fines de los 70, principios de los 80, porque empieza a crecer el Colegio Alemán, que era al principio un establecimiento pequeño, de primaria nomás, pero por esa época construye un edificio, arma también el secundario y el Instituto terciario. Priebke integraba la comisión directiva y se mostraba en distintas ceremonias. Aparece ahí junto a otras figuras de la sociedad barilochense, como un tipo que no necesita esconderse – dijo Echeverría a Infobae.

Extradición, condena y muerte

En noviembre de 1995, el gobierno argentino concedió la extradición a Italia, donde fue sometido a dos juicios sucesivos. En el primero, un tribunal militar decidió “no proceder, ya que el delito extinguió por prescripción”, y ordenó la libertad inmediata de Priebke.

Sin embargo, el Tribunal Supremo de Italia anuló la sentencia y ordenó un nuevo juicio en su contra. Finalmente, después de numerosas apelaciones, en marzo de 1998 fue condenado a cadena perpetua, pero debido a su avanzada edad y a las leyes italianas cumplió con arresto domiciliario en Roma, hasta su muerte ocurrida el 11 de octubre de 2013.

La Cancillería argentina rechazó el deseo póstumo del criminal de guerra que había encontrado refugio en el país durante casi medio siglo: que sus restos fueran enterrados junto a los de su esposa en la ciudad que lo había transformado en uno de sus ciudadanos más notables, Bariloche.

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