A una semana del brutal ataque que terminó con la vida de Agustina Fernández, las hipótesis se multiplican. La joven de 19 años que llegó de La Pampa a Cipolletti para estudiar medicina, agonizó 3 días hasta su muerte. En las últimas horas, el Ministerio Público Fiscal elaboró un identikit de un sospechoso, gracias a la información brindada por alguien que habría visto movimientos extraños en el departamento en el que ocurrió todo.

Sin embargo, del otro lado está Silvana, la mamá de Agustina, que pide a gritos que no se saque de la investigación a Pablo Parra, el supuesto amigo de la joven. Vale recordar que el crimen ocurrió en su propiedad, luego de que él la invitara a cenar. En el medio, él la dejó sola durante una hora cuando salió para ir a comprar comida y helado.

Por la manera en la que se dio el robo, con el ensañamiento ejercido, la mamá de Agustina no tiene dudas: “Se defendió de una cara conocida”, dijo y agregó: “A mí no me cierra lo que dice este chico. Yo no estoy culpando a nadie, aclaro. Pero a mí hay cosas que no me cierran”.

Cabe remarcar que, según declaró Parra, salió sin su celular aún sabiendo que iba a tardar –dato no menor en los tiempos que corren-. Luego, contó que cuando llegó, la vio tirada en el piso, convulsionando, pero su reacción fue la de revisar el departamento, allí notó que le habían robado ahorros en dólares y un crucifijo de plata.

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Incluso, luego de eso salió al patio y vio que del otro lado de uno de los paredones que da a un terreno baldío había una escalera. Tras todo esto, unos 5 minutos después, subió al primer piso para que una vecina le prestara un celular para llamar por ayuda. Todo esto es lo que le genera cierta duda a Silvana.

“Uno cuando tiene un ser querido lo primero que hace es pedir ayuda y marcar un número de teléfono. Él no tenía y sube hasta arriba a pedirle el celular a la vecina. Por lo menos ahí se fueron cinco minutos. No sé, no todos manejamos la misma lógica. La hipótesis del robo a mí no me cierra”, comento a La Mañana Cipolletti.