08/07/2022

Denuncian bullying en la Escuela N° 30 de Viedma: “Mi hijo llegaba a no dormir de noche para no ir”

La mamá de Mateo, el pequeño en cuestión, decidió acudir a los medios ante la falta de respuestas del establecimiento.

Denuncian bullying en la Escuela N° 30 de Viedma: “Mi hijo llegaba a no dormir de noche para no ir”

En las últimas horas, y tras haber hecho el reclamo en los lugares correspondientes, una madre decidió hacer público su reclamo, que tiene a su hijo autista como protagonista. El nene, que se llama Mateo, va a la Escuela N° 30, está en quinto grado, en proceso de inclusión. Había comenzado bien, pero en las últimas semanas algo cambió. 

Recapitulando, Silvina, la mama del chico, le contó a NoticiasNet cómo comenzó todo: “Él no tenía ningún problema en la escuela, pero de golpe empezó con que no quería ir y si iba buscaba una excusa para volverse. Mateo se expresa verbalmente, no como todos, pero arma frases, puede hablar”.

“Llegaba hasta no dormir a la noche para no ir. En la cama repetía: ‘si no duermo no voy a la escuela, si no duermo no voy a la escuela…’. Al principio pensábamos que se aburría, que venía por ese lado. Él también va a la Fundación Bienestar”, agregó, conmovida al repasar todo.

De repente, el nene se pudo expresar y a dar indicios. “Un día se estaba cambiando y me dice: ‘le tengo miedo a la cara que me hace Luciano. Le pregunté y me empezó a hacer gestos. Fui a la fundación y me dijeron que no va ningún Luciano, igual me llamó la atención porque él va re bien ahí. Así que empecé a indagar y me dijo que era Luciano de séptimo grado. Empecé a hablar con otras madres, y después le dije a la directora Giménez, y me dijo que iba a investigar”.

“La directora es una persona que no permite que los padres dialoguen con los docentes. Siempre tiene que estar ella, siempre quiere estar al tanto de todo, pero a la vez no hace nada. Muchos padres se las rebuscan para conseguir los teléfonos de las docentes cuando surge algo”, informó Silvina.

Luego de eso, decidió no mandar más a su hijo al establecimiento, hizo una nota que mandó a Supervisión, explicando todo. “Al otro día fue mi marido y habló más de una hora con Catrín, el supervisor. Dejé pasar unos días, porque supuse que iban a tener reuniones, pero en el mientras tanto al nene no lo mandé al colegio. Ya sabían porque faltaba y ni se calentaron en preguntar”, comentó.

“Lo que pasa es que ahora se vienen las vacaciones y es obvio que no me van a dar una respuesta. Le escribí al supervisor por WhatsApp, la charla fue subiendo de tono, para ese entonces estaba re enojada por las cosas que me decía, porque no hacen nada, entonces lo quiero hacer público. Primero lo hice en mi Facebook y enseguida me empezaron a llegar mensajes de otros padres solidarizándose, padres que también han pasado por lo mismo en este colegio. Todos diciéndome que van a Supervisión y que ahí patean los problemas y no hacen nada. Muchos se me ofrecieron como testigo”, agregó.

Gracias a esto llegaron a una reunión, con distintas autoridades del establecimiento, pero no llegó a buen puerto. “Básicamente no nos creyeron. Utilizaron otras palabras, pero nos dijeron eso. Entonces, como Mateo tiene autismo leve, la psicopedagoga sugirió que le pregunte a mi psicóloga cómo se puede abordar esto, que busquemos otro profesional para que le saque más datos, nos pedían más pruebas… prácticamente querían una cámara Gesell con el nene”.

Luego de eso, pidieron que su maestra de apoyo esté toda la jornada con él y no solamente en los 15 periodos de integración semanal, para garantizar su bienestar. “El jueves 7 pactamos una reunión con las docentes, pero ahí el problema es la directora. Así que llegamos al día de hoy, con mi hijo ya de vacaciones desde antes de tiempo, yendo al abogado, por eso cada paso que doy es con acta, para tener constancia, porque van a empezar las clases de nuevo y esto no va a cambiar”.

“Educación no se hace cargo, ahora estamos preparando documentación para enviar, pero también muchos docentes no están capacitados para tratar con chicos con TEA. Hay un nene con hipoacusia en segundo grado que la madre pidió cambiarlo porque no saben cómo tratarlo. No tienen las herramientas. Hay varios casos similares y todos terminan en la Escuela N° 7 aunque no son chicos para estar ahí, porque tienen la habilidad de ir a otra escuela si se los acompaña como se debe”, remarcó.

Con todo esto, el dolor y la angustia está presente. Silvina no lo quiere cambiar de colegio, porque a Mateo le va bien, salvo por lo que sucede con el chico dos grados más arriba. “Mi miedo es dejarlo ahí y no saber lo que pasa, por eso necesito respuestas”.    

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