Agustín Anduelo, un taxista de Viedma de 30 años que fue noticia por peleas con su expareja y un prefecto, se anotó para el reality "Gran Hermano". "Sin miedo al éxito", dijo en su video de presentación.

En diálogo con NoticiasNet contó que si gana el premio será destinado a los niños más carenciados de la Comarca "con ropa y zapatillas para que tengan que ponerse".

"No me importa que lluevan amenazas ni malos comentarios, cómo pasó con El Colo. Yo voy sin miedo al éxito como Dios manda. Y aprovecharé mi espacio en los medios para contar cómo está nuestra querida Comarca y así poder lograr que al menos intenten hacer algo por la cantidad de cosas que nos faltan como capital rionegrina", explicó.

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Claro que este certamen, que es para personas de 18 a 101 años, tiene a millones de anotados y no es nada fácil quedar seleccionado. Aun así, Anduelo no pierde las esperanzas. "Ya se comunicaron conmigo de la producción para hacerme unas preguntas, me preguntaron porque tenía tantos seguidores en Facebook  (56.000) y les dije la verdad de lo que aconteció acá y se reían", dijo.

Asimismo, relató: "Me dijeron si tenía disponibilidad para viajar en el caso de que sea necesario y les dije que no tendría problema. Dios dirá si viajaré a representar a la ciudad".

Video

En su presentación ante la producción de Telefé comentó que está "acostumbrado a andar siempre sólo, sin miedo al éxito. He sido bastante mediático en Viedma y en Patagones, siempre estoy en el ojo de la tormenta. Estoy acostumbrado a estar sólo, así que pienso que en la casa de Gran Hermano sería una competencia patente, no extrañaría a nadie y tengo un montón de historias para contar de diez años en el taxi".

También se definió polifacético en lo musical: "Me gusta escuchar rock, cumbia, cuarteto, internacional, lentos, de los 80, desde Cacho Castaña y hasta Marilyn Manson me gusta absolutamente todo. Soy re compañero, me gusta limpiar, me gusta compartir charlas, cagarme de risas, me gusta ser yo".

Asimismo, señaló: "Me gusta ser transparente, me gusta tirarla cómo va, si les gusta bien y si no lo lamento, mi forma de pensar es sagrada y no se cambia por nada ni por nadie. Si yo pienso blanco pienso blanco. Seguramente, si tengo la posibilidad de entrar chocaré con más de uno, porque muchos no se bancan lo que uno piensa".