PROCEDIMIENTO INÉDITO

| 24/06/2022

Médicos quemaron el tumor de un bebé en el útero para salvar su vida

Médicos quemaron el tumor de un bebé en el útero para salvar su vida

La periodista de 34 años Polyana Resende Brant dio a luz a su primer hijo el 18 de mayo. “Escogimos 'Ragnar', el nombre de un guerrero incluso antes de saber que iba a tener que pasar por tanto", dice refiriéndose a lo que ocurrió antes que el bebé pudiera salir sano y salvo de la panza de su mamá.

Al llegar al segundo trimestre de su embarazo, los exámenes de Polyana comenzaron a dar indicios de la presencia de un tumor en la región del pecho del bebé. Era una condición rara, llamada secuestro pulmonar, en la que hay una masa que parece un pulmón, al cual le suministran sangre los vasos sanguíneos, pero no tiene ninguna función específica.

“A pesar de que ese tumor no es maligno, es decir, no es un cáncer, estaba creciendo y comprimiendo los órganos del bebé, además de robar parte de la sangre del cuerpo y causar que se deposite agua en la región del pulmón”, dice Danielle do Brasil, médica cirujana especializada en cirugía fetal en el Hospital Santa Lucía de Brasilia.

Los médicos le advirtieron a Polyana que, si el embarazo continuaba sin ningún tipo de medidas quirúrgicas, su hijo no sobreviviría. Y aún si daba a luz de emergencia, Ragnar, quien apenas tenía 29 semanas de gestación, una edad considerada extremadamente prematura, podría morir también.

La cirujana Danielle do Brasil, que también es especialista en casos de alto riesgo en el King's College de Londres, explicó que la literatura médica establece que para un caso como el de Ragnar había que cauterizar uno de los vasos que distribuía sangre al tumor.

“Así que, con una aguja gruesa que contiene fibra láser dentro, podemos cauterizar ese vaso, la masa muere y luego es absorbida por el cuerpo. La idea era también remover el fluido del pecho para ayudar que los pulmones se expandieran", explica.

“Habíamos quemado el vaso perfectamente, y todo el equipo estaba bastante satisfecho. Pero desafortunadamente, después de 10 días, el tiempo que usualmente esperamos para ver si la técnica ofrecía beneficios, encontramos que la circulación del tumor había tomado otro camino, haciendo que la masa volviera a crecer e incrementando el fluido en el pecho”, dijo la médica.

Fue entonces que el equipo decidió intentar no quemar un nuevo vaso, sino que, mediante la misma técnica, destruir el tumor entero. Polyana y su esposo aceptaron hacer el intento.

“Fue la más difícil de mi vida. En una cirugía fetal, no siempre sabemos los pasos de todo lo que va a ocurrir, no siempre tenemos claridad de lo que hay adentro. Tenía un objetivo móvil, que era el tumor, dentro de otro objetivo móvil, que era el líquido amniótico, y estaba tratando de alcanzar la masa con algo que no se podía mover: mi aguja”, dice la cirujana.

Esta vez, el tumor no volvió a crecer, y Ragnar nació al término del embarazo, el 18 de mayo. La primera radiografía que se tomó luego de su nacimiento no mostró señales del tumor.

¿Qué opinión tenés sobre esta nota?


Me gusta 0%
No me gusta 0%
Me da tristeza 0%
Me da alegría 0%
Me da bronca 0%
Te puede interesar
Ultimas noticias