21/06/2022

Gisela Rasquelá, una viedmense en el top de los premios internacionales de fotografía

Gisela Rasquelá, una viedmense en el top de los premios internacionales de fotografía

Las cautivadoras y tiernas imágenes de niños llevaron a Gisela Rasquelá a ubicarse este año en el puesto 300 sobre 124.000 fotógrafos de 174 países que participaron del 35° AWARDS (premios). Se trata de un concurso internacional anual donde miles de fotógrafos y fotógrafas de todo el mundo concursan con sus obras. La viedmense, especialista en retratos infantiles, quedó en el puesto 100 de Argentina.

La sensibilidad de sus trabajos se pone de manifiesto en cada click, pues estudió Trabajo Social, y actualmente se encuentra ejerciendo su profesión permitiéndole involucrarse desde un punto de vista creativo.

El 35° AWARDS es un importante galardón internacional creado en 2015 por los miembros de la comunidad fotográfica profesional 35photo.pro .  A la primera premiación asistieron 36.000 personas de 110 países. El día 6 asistieron más de 123.000 personas de 173 países. Se presentaron más de 444.000 fotografías para el concurso.

Se presta especial atención al sistema de votación en tres etapas merced al cual se pueden procesar una gran cantidad de descargas. En cada etapa, hay endurecimiento de los criterios de selección, y se mejora constantemente para que la votación sea más objetiva.

Entre los objetivos del premio se encuentra la búsqueda de las 100 mejores obras del año en diversas categorías. Y desde 2017 la definición de los 100 mejores fotógrafos del año en base a los tres mejores trabajos.

La fotógrafa viedmense tiene 38 años, es madre de Francisco e Ignacio. Compañera de Nicolás, con quien comparte su vida hace más de 20 años.

Como Fotógrafa Infantil comenzó en 2016 a capacitarse exclusivamente en bebés, niñas y niños. “Trabajar con la infancia es un regalo de la vida. Nada más puro e inocente. De niña descubrí las fotos familiares que me llevaban a los lugares más felices y así fue que comencé, de muy pequeña, a tomar la cámara de mi papá a escondidas y fotografiar a mis hermanas. Veía a mi papá (Carlos) siempre registrando momentos y era algo que me llamaba mucho la atención”, explica a NoticiasNet.

A medida de que fue creciendo realizaba fotografía de manera amateur, registrando paisajes y documentando momentos familiares con una cámara analógica. Pone el acento en que esas imágenes “hoy me siguen atrapando. Luego adquirí una digital y ahí realicé mi primer curso de fotografía hasta que obtuve mi primer reflex donde comencé a dar mis primeros pasos en la fotografía”.

Con mucho esfuerzo, muchas horas de capacitaciones y una gran inversión personal en equipos e insumos para su estudio fotográfico se especializó en el mundo de la Fotografía Infantil.

Destaca que “desde mis comienzos creí esencial la capacitación específica en esta rama fotográfica tan puntual, donde no sólo se necesita una cámara sino que es primordial manejar conocimientos teóricos-prácticos sobre posicionamientos de bebés, de niñas, de niños, poses, vestuarios, accesorios, iluminación, conocimientos del color y como lograr armonía en las fotografías, sobre todo en exteriores donde se trabaja con los colores y la luz, propios de la naturaleza. Es por ello que en mi concepto de Profesional de la Fotografía Infantil la capacitación es fundamental por lo cual actualmente llevo realizadas más de 50 capacitaciones con Profesionales tanto nacionales como internacionales”.

En lo que respecta a su trabajo, aclara que “no solo es capturar una imagen, el trabajo previo y post sesión fotográfica conlleva muchas horas de trabajo donde no sólo es coordinar una sesión, sino preparar el vestuario de cada cliente, buscar una locación, narrar la historia que quiero contar, realizar las tomas fotográficas, y luego clasificarlas para posteriormente editarlas de forma profesional con programas especializados en edición fotográfica para luego convertirla en una obra”.

No edita las fotografías, las retoca de forma profesional para que se conserve la naturalidad y esencia de la infancia.

Rasquelá advierte que “tardé mucho tiempo en darme cuenta que la fotografía me hacía bien, cuando la descubrí,  entendí que era lo que amaba y a su vez era terapéutica para mi vida”.

Agrega que “descubrí en ella la manera más maravillosa de regalarle a mis hijos su infancia, de poder encontrarse bebés, de recordar momentos que creían olvidados. De esta manera sé que les estoy dejando un tesoro” y además “la fotografía llegó a mi vida para quedarse. Para acariciarme el alma. Ella deja al desnudo mis sentimientos y como veo la vida a través de la mirada de mis hijos y de cada cliente que me elije”.

Insiste en que “ella me regalo amigas, me permitió conocer lugares, personas con hermosa calidad humana y con muchas de ellas hoy mantenemos contacto y una hermosa relación de amistad, donde nos ayudamos mutuamente para seguir creciendo sin ningún tipo de rivalidad”.

Actualmente se encuentra realizando trabajos para clientes y proyectos personales, uno de los más importantes es registrar a sus hijos cada verano en el mar ya que es el lugar en el mundo de toda la familia. “Para mí una fotografía siempre te lleva al lugar donde fuiste feliz”, concluye.

https://www.instagram.com/gisela.rasquela.fotografia/?igshid=YmMyMTA2M2Y%3D

https://www.facebook.com/GiselaRasquelaFotografiaInfantil

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