La invasión de los loros en la región genera un verdadero caos. Si bien los vecinos de El Cóndor y de la Comarca que suelen ir al balneario están acostumbrados a todo lo que conlleva tener la colonia más grande del mundo, en otras zonas no.

A las quejas por los ruidos y la mugre que dejan por la noche en las veredas, cuando todos se amontonan en los cables de alta tensión, se le agrega que en los campos se comen todo. El gran tema es que andan en bandadas y arrasan.

Una de las localidades más complicadas es Pedro Luro. Si bien hace unos años se intentó ahuyentarlos con un sistema de láser que dio resultado en otras ciudades, estos pájaros siguen dando vueltas y mostrando un espectáculo único desde lo visual.

El lunes 20, cuando la noche se estaba haciendo presente, varios conductores que estaban en la estación de servicio vieron como una gran mandada de loros se apoderó del cielo. Como una gran nube de plumas, salieron de los cables y empezaron a moverse todos juntos, al compás.