20/06/2022

El plan que tenía Manuel Belgrano para cultivar cannabis en Argentina

El prócer nacional fue uno de los principales defensores del cáñamo

El plan que tenía Manuel Belgrano para cultivar cannabis en Argentina

Todos los años, el 20 de junio, se celebra en la República Argentina el Día de la Bandera, fecha en la que se recuerda la figura de Manuel Belgrano como impulsor del desarrollo soberano de los pueblos de América. Además, entre otras cosas, Belgrano es una figura histórica que guarda relación con el cáñamo (una variedad de cannabis con múltiples usos) y con diversas alternativas para la formación de una industria nacional del cannabis.

Como funcionario del Virreinato del Río de la Plata, Belgrano buscó fomentar la ciencia y la divulgación del conocimiento para aplicarlo a la producción y el comercio del cáñamo y mejorar, así, las condiciones de vida de los más vulnerables.

Con una visión adelantada para su época, su idea de desarrollo económico local a partir del cannabis se vuelve relevante ante la inminente formalización de la industria en la Argentina.

El plan de Belgrano tenía dos patas: el cáñamo y el lino. Sin embargo, pese a sus intentos, nunca logró extender este negocio a través del suelo argentino. De hecho, en su ensayo sobre los Medios generales de fomentar la agricultura, animar la industria y proteger el comercio de un país agricultor empieza a hablar de las “utilidades que resultarán” de este desarrollo.

Belgrano cita una ley de 1545 que dice “encargar a los Virreyes y gobernadores que hagan sembrar y beneficiar en las Indias Lino y Cáñamo, y procuren que los Indios se apliquen a esta Granjería”. En efecto, la recopilación de las leyes de las Indias indica que para 1545, mucho antes de que Inglaterra o Francia previeron la importación masiva de fibra de cáñamo desde sus colonias, los funcionarios en las colonias españolas recibieron órdenes de fomentar el cultivo del cáñamo.

Según Alfred Crosby, reconocido historiador, puede afirmarse que el cáñamo, al menos en algunas zonas, era un producto estratégico comparable en su época de esplendor al petróleo en la moderna.

Dado el contexto internacional, Belgrano contempla además los beneficios del cáñamo para la industria naviera. Con el auge de la navegación y el comercio de larga distancia, desde el siglo XVII hasta el siglo XX, las marinas imperiales de Inglaterra, Francia y Rusia procuraron asegurarse el suministro de cáñamo mediante bloqueos navales.

Las cuerdas de cáñamo resisten el estiramiento. Hasta que se introdujo el aparejo de alambre en 1860, el cáñamo ruso era una materia prima esencial para la construcción naval. Y su cultivo, su procesamiento y su traslado a los puertos se apoyaba en una gran cantidad de mano de obra barata proporcionada por los siervos del Imperio Ruso.

El cáñamo desempeñó un papel crucial en las batallas navales más decisivas de la historia, como la batalla de Trafalgar (1805), en la cual los barcos británicos que estaban aparejados e impermeabilizados con fibras de cáñamo aplastaron el poder de la flota franco-española.

Dada la importancia del cáñamo, “Belgrano proyectaba generar comerciar con Brasil y París. Entonces sugirió que el gobierno español podría comprar las cosechas completas de lino y cannabis, a fin de asegurarles la venta a los labradores. Quiso instalar en Buenos Aires, al igual que ya sucedía en Montevideo y en Brasil, fábricas cañameras, convencido de que recibiría ‘grandes beneficios’. Esta rama de comercio vendrá a ser algún día una de las más interesantes del país”, afirmaba, según redactó Fernando Soriano, en una nota de Infobae.

¿Qué opinión tenés sobre esta nota?


Me gusta 0%
No me gusta 0%
Me da tristeza 0%
Me da alegría 0%
Me da bronca 0%
Te puede interesar
Ultimas noticias