El futuro ministro de Educación de la provincia, Pablo Núñez, destacó la necesidad de mantener el diálogo con los distintos actores que confluyen en el sistema, fundamentalmente con el gremio. A su criterio, “con diálogo se pueden conseguir cosas; sin diálogo, se va al fracaso”. También adelantó que todavía no ha pensado en cómo se integrará el equipo de conducción del ministerio. “Fue todo muy repentino”, dijo.

Núñez consideró que “un sistema educativo con más de 230.000 alumnos, más de 30.000 docentes y no docentes y más de 700 edificios escolares, es un sistema complejo. Es un sistema donde van a aparecer tensiones”. Es que allí confluyen las aspiraciones de “las familias, de los docentes y no docentes, de los gremios, de los distintos niveles del Estado. Por eso es tan importante el diálogo”.

“Tenemos que articular acciones y las tensiones son naturales al hecho educativo. En la relación al sindicato, en la gestión y en la experiencia que tuve en el ministerio, lo que hay que hacer es tener diálogo permanente. Y a partir de ese diálogo siempre habrá posibilidad de encontrar caminos de unión. Si no hay diálogo, vas al fracaso”, remarcó.

También puntualizó que la gestión se caracteriza “por el diálogo permanente, más allá de que a veces las tensiones ocupan la primera plana, pero eso no quiere decir que no se trabaje en la búsqueda de consensos”. También tuvo palabras de elogio para Mercedes Jara, a quien consideró “una gran compañera de trabajo” y con quien “compartimos un equipo de mucho compromiso con la educación”.

Al ser consultado sobre la integración del gabinete del ministerio, Núñez aclaró que “todavía no hay nombres” pero adelantó que “conozco a muchas compañeras y compañeros del ministerio que están capacitados para desarrollar una buena gestión y estoy seguro que cuando les pida su colaboración, me van a acompañar”.