Hay momentos en la vida en que ante la muerte trágica de seres queridos la garganta se convierte en nudo y no salen las palabras. Sin embargo, numerosos vecinos y vecinas de la Comarca Viedma-Patagones tragaron saliva y se animaron a escribir hermosas palabras en el recuerdo de estas promesas del canotaje argentino, a 23 años de su injusta desaparición.

“Nosotros siempre recordamos este día 25 como si fuera ayer!. Los años pasan pero el recuerdo de esos dos seres tan especiales nunca quedará en el olvido!”, recordó una mujer en el Facebook de tributo que se llenó de elogios hacia la pareja muy querida por familiares, amigos y deportistas.

También aparece allí una sobrina con un mensaje conmovedor: “Besos y abrazos al  cielo para mi hermosa tía, que por más que no pude conocerla, la siento dentro mío todos los días”.

Gabriela Cassano (30 años) y José Luis Marello (34), por entonces integrantes del equipo argentino de canotaje, fallecieron en un accidente automovilístico en la Ruta Nacional Nº 3. Ocurrió alrededor de las 2.30 del 25 de enero de 1999.

La pareja viajaba desde Las Grutas a Viedma en un Peugeot 306 y chocaron de frente -a 40 kilómetros de esta capital- con un camión Scania, que transitaba por el carril opuesto.

Los decesos de Marello y Cassano se produjeron en el acto generando una profunda conmoción en la comunidad, mientras que el conductor del camión –Luis Giménez- sufrió heridas graves al abrirse la puerta del vehículo y caer sobre el pavimento.

Marello formó parte del conjunto argentino de canotaje, y entre sus logros se destacan sus múltiples coronaciones en el certamen nacional, el Sudamericano y el Panamericano. En 1989 ganó la Regata del Río Negro y en otras oportunidades ocupó el segundo lugar.

Representó a la Argentina en los Juegos Olímpicos de Seúl, en 1988, y de Barcelona, en 1992. Además, fue distinguido en dos oportunidades con el Olimpia de Plata en canotaje. Al momento del deceso, Marello se desempeñaba como entrenador del Club Náutico La Ribera.

Cassano fue campeona argentina, sudamericana y panamericana de canotaje. Después de un alejamiento, de cinco temporadas, de la competencia de primer nivel, volvió a ser convocada en la preselección nacional de la especialidad, y junto con su novio se estaba preparando para actuar en los torneos selectivos, de los cuales saldrían los remeros para los Juegos Panamericanos de Winnipeg (julio de 1999).

Tres años después, el 20 de diciembre de 2002, la entonces jueza en lo Correccional, Liliana Piccinini, le imputó a Giménez el delito de "doble homicidio culposo" con una pena de prisión en suspenso, y además se lo inhabilitó por 10 años para conducir automotores.
Impuso además que fije residencia en una clínica neuropsiquiátrica de Trelew donde estaba internado, someterse al cuidado y control del Patronato de Presos y Liberados de esa jurisdicción, abstenerse del consumo de bebidas alcohólicas y mantener el trata-miento médico indicado, bajo apercibimiento de dejar sin efecto la condicionalidad de la pena privativa de libertad, en caso de incumplimiento.

El hombre pertenecía a una empresa constructora chubutense, se dirigía a Conesa y según las pericias había tenido una grave ingesta alcohólica previo al accidente que provocó a la altura de la colonia agrícola del valle inferior al momento de cruzarse al carril contrario destruyendo  literalmente al Peugeot que conducía Gabriela y acompañaba Luis.