Una familia de Villa Regina vivió un calvario luego de que su beba de 1 año y 7 meses recibiera un mal diagnóstico en el hospital de su ciudad y su cuadro clínico empeora. Los padres la llevaron al Hospital Francisco López Lima, de Roca, y afortunadamente los médicos la pudieron estabilizar.

"Iara empezó con un cuadro en los intestinos que se movió a los riñones y le dejaron de funcionar. Fue por un Síndrome Urémico Hemolítico (SUH)", explicó su papá, Maximiliano. 

El SUH se desarrolla a causa de la bacteria Escherichia coli. Se transmite a través de los alimentos, el agua y de persona a persona por el contacto con las manos. También puede transmitirse por el contacto directo con animales y su materia fecal, y a través de aguas recreacionales.

"Empezó el jueves con vómitos, diarrea y mucha fiebre. Me trasladé al hospital de Villa Regina, porque soy de allá, la atendió una pediatra y la diagnosticó con gastroenteritis. Le dio una dieta y dijo que si en un día no se recuperaba la llevara de nuevo", contó.

Para el viernes, Iara no se recuperaba. Continuaba con los síntomas, se veía débil y no había señales de que se estuviera recuperando. Por eso, sus padres resolvieron llevarla nuevamente a la guardia. 

"El médico que la atendió también le dijo que tenía gastroenteritis y le recetó unas gotas para los vómitos y la diarrea", declaró. Y agregó que "en un momento, empezó a hacer caca con sangre. El médico dijo que debe ser porque perdió la flora intestinal. Y que si sigue con el cuadro la llevemos de nuevo". 

"El domingo, empezó con un cuadro donde vomitaba marrón. Estuvimos dos horas en la guardia hasta que la atendieron. La llevaron a hacerse unos análisis y la dejaron internada. Para ese entonces ya era lunes por la madrugada, y nos dijeron que teníamos que esperar tres días para hacerle el urocultivo", relató. 

"Yo le dije a mi mujer, cómo vamos a esperar tres días si está vomitando sangre. Mi señora habló y logramos que la trasladen al Hospital de Roca", siguió. 

"Del Hospital de Roca no me puedo quejar. Llegamos y en seguida la trasladaron a Terapia Intermedia. La intubaron y le pusieron oxígeno, pobrecita, porque también le dio Covid. Tampoco le funcionan los riñones", lamentó. 

"La doctora que me atendió me dijo que llegó con un cuadro crítico y que la tendrían que haber trasladado enseguida si no podían hacerle los análisis. Que esto pasa muy a menudo desde Villa Regina cada vez que derivan un paciente para acá -Roca-", explicó Maximiliano. "El urocultivo apenas llegó se lo hicieron en 15 minutos", agregó.

Ahora, Iara necesita continuar su tratamiento con diálisis por el estado en el que se encuentran sus riñones, para que puedan empezar a funcionar bien y despedir las toxinas del cuerpo. Pero este martes, el lugar al que la debían trasladar, el Hospital San Lucas de Neuquén, les comunicó que "no la puede recibir porque no reciben niños con Covid".

Debido a esto, tuvieron que buscar otro centro de salud, sin embargo el Policlínico con el que hablaron les dijo "no nos animamos a hacerle una diálisis por la edad que tiene la nena y el peso". 

Los padres comenzaron una vez más los papeles para trasladar la niña, esta vez a Buenos Aires, pero se hizo la noche y aún no tenían respuestas certeras. 

"Eran 10 de la noche y aún no tenía noticias. Empezamos a hacer contactos y llegué hasta el exgobernador y la gobernadora. En quince minutos me consiguió un lugar en el San Lucas. Me dijo: Papá, más no puedo hacer. Pero te conseguí un lugar", reveló. 

"Les agradezco de corazón a Alberto (Weretilneck) y al hospital de Roca por la ayuda que me dieron", dijo el padre de la niña. También se mostró agradecido con los vecinos y vecinas  que "han pedido cadena de oración por ella y a toda la gente que está unida", concluyó.

Actualmente Iara tiene programado el traslado a Neuquén para comenzar su nuevo tratamiento y su familia la estará acompañando a cada paso.