Carolina, una de las protagonistas de la gresca que se desató entre Villa Morando y Maragatas en el partido de cuartos de final de la Liga Rionegrina, decidió hablar con Noticiasnet para que se escuche su verdad de los hechos.

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En primer lugar, aseguró que las jugadoras del equipo naranja y negro tuvieron una actitud muy cobarde con una de sus compañeras y que los árbitros debieron intervenir de otra manera.

“Iban 15 minutos del primer tiempo, cuando una jugadora de Maragatas, que se llama Analia y es reincidente, le pegó a Brenda que es mi pareja. Van a disputar una pelota, se va afuera y Analia le pegó una patada de atrás. El árbitro tendría que haber frenado ahí y sacar tarjeta a las dos. Pero lo que pasó fue que a Brenda le pegaron de atrás y cuando se dio vuelta le volvieron a pegar”, contó.

“En ese momento viene otra jugadora de Maragatas y le pegan entre las dos. Estaban al lado de la línea y no intervino a separar. Ahí se abalanzaron todas las chicas del equipo a pegar. Mis compañeras de Morando no reaccionaron, solo una jugadora se metió en la pelea”, siguió.

“Brenda quedó muy lastimada, le sacaron un pedazo de piel en el cuello; le pegaron piñas en la cara, quedo con el ojo morado y casi le quebraron el tabique; tiene rasguños en la cara y esta golpeada por todos lados porque le pegaron todas”, lamentó. 

“Nosotros estábamos del otro lado (de la cancha) y entonces me cruzo y, si, fui a pegarles. No justifico la violencia, está mal lo que hice, fue mi reacción, devolverles lo mismo que le estaban haciendo a mi pareja”, continuó.

Además, aseguró que “los videos no están desde el principio, pero de todas maneras se ve que son todas ellas las que van de un lado para el otro para pegar”.

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Luego, narró cómo se desarrollaron los hechos en la cancha de futsal.

“Cuando fuimos al Anexo a la noche, estaba esta chica Araceli, la que le pegó a Brenda en la nariz. Yo estaba al lado de la puerta, ella estaba mirándonos y riéndose. Brenda no le dio importancia, mis amigas tampoco, pero yo sí. Salí y le pegué una piña sin decirle nada. Fui cegada por la bronca que tenía”, reconoció.

“No hubo nadie más que pegara, todos separaron. Pero recibimos un comunicado de AFuSVI que no podemos entrar más al Anexo. No me importa si a mí me sacan uno, dos o tres años, porque me hago cargo de lo que hice, lo que no quiero es que se manchen las personas que están a lado mío. Ellas no hicieron nada malo y yo me siento en el deber de dar la cara”, expresó.

“Si a mí me quiere prohibir la entrada lo acepto, estuve mal y lo reconozco. Pero fui solo yo, no las otras chicas, nadie más. No quiero que se ensucie a las demás por algo que hice y por eso me hago cargo”, resaltó.

Finalmente, habló sobre sus sensaciones luego de que lo sucedido tomara estado público.

“Tengo bronca e impotencia. Las cosas no fueron tan así, tendrían que contar también que 11 jugadoras le pegaron a una sola y el partido nunca se cortó. Si queremos frenar la violencia hay que actuar antes, sobre todo los árbitros”, dijo.

“Que me den todas las fechas que quieran, pero quiero que sea justo para todos, que también se evalúe como actuaron ellas (en referencia a Maragatas). A mí me dejaron como patatera, pero las que hicieron eso primero fueron ellas”, finalizó.