Comisario desfiguró a golpes a una mujer: antecedente en San Clemente del Tuyú

El hecho ocurrió en 2019, en la misma comisaría en la que murió Alejandro Martínez la semana pasada.

“Está viva de casualidad", expresó Noelia Knorr, la hermana de la mujer agredida.  En una entrevista contó lo que sucedió en la comisaría tercera de San Clemente del Tuyú, en octubre del 2019. Es el mismo lugar en el que recientemente murió asfixiado un hombre que se encontraba encarcelado y por lo que nueve policías fueron detenidos.

Esa vez, la víctima fue una mujer de 35 años llamada Gisela Knorr. Era una paciente psiquiátrica, que padecía bipolaridad y problemas de adicción y fue arrestada luego de participar en un accidente de tránsito.

En la celda, alterada, Gisela comenzó a gritar y a patear las rejas. Pedía por su medicación psiquiátrica, sin embargo en lugar de asistirla, los policías la amenazaron para que se callara y después empezaron a pegarle. En la denuncia constata que la hicieron arrodillarse y la golpearon brutalmente en la cara, en la cabeza, en las manos y en las piernas, hasta dejarla casi inconsciente.

Fueron los mismos oficiales los que la llevaron al hospital. Cuando les preguntaron qué había pasado, argumentaron que las lesiones de la mujer habían sido autoinflingidas, “golpeando con su cabeza y con patadas las puertas de reja del calabozo”.

Mientras era atendida, Gisela describió al equipo de psicólogos cómo era su agresor. Se trataba del comisario Roberto Fernando Romero, que fue reconocido por los profesionales cuando volvió a la clínica con intención de trasladarla. Romero fue separado de su cargo por la dirección de asuntos internos.

Noelia explicó que, de no ser por la atención del hospital, su hermana no estaría viva. "Lo que menos quiero es tirarme en contra de alguien, pero lo que pasó con mi hermana es verdad y la policía mintió. Están las denuncias y están los nombres", agregó.