La artista Jimena Travaglio, luego de su paso por Nueva Zelanda y España, llevará su muestra al ArteBA

Jimena Travaglio es una de las grandes artistas que tiene el país, con todo lo que ese significa. En este primer dato, estimado lector, permítase inflar el pecho de orgullo, porque estamos hablando de una persona que nació y se crió en Viedma antes de salir a explorar el mundo.

Jime egresó de la Escuela de Artes Visuales de Bahía Blanca. Sin embargo, como suele suceder con la gente del interior, para poder pegar el salto y llevar adelante una carrera acorde a sus ilusiones en el arte visual, se mudó a Capital Federal. En primera instancia para seguir estudiando en las mejores universidades, y para trabajar, después.

En 2013 llevó adelante su primera muestra de arte en Capital Federal, ciudad en la que reside actualmente. Ese fue uno de los primeros pasos que dio para luego seguir adelante con una carrera que avanza a pasos agigantados.

Su curriculum, marca que buscó perfeccionarse y eso hizo que se mudara y que viviera un buen tiempo en Madrid, España, Auckland, Nueva Zelanda, Tlalpan, México, entre otros destinos, para que el globo terráqueo conozca de su labor.

Hablar de Travaglio es vincular su arte a un procedimiento heterogéneo desde lo materiales que utiliza para poner en práctica su imaginación. Realidades que confrontan entre el pasado y o que vendrá.

En una charla con NoticiasNet, habló de sus comienzos en este ámbito en el cual se destaca: “De Viedma me fui al terminar mis estudios secundarios en el 2004. Me mudé a la ciudad de Bahía Blanca para hacer la carrera en Artes Visuales”.

“Al finalizar, quedé seleccionada para realizar el programa de Artistas de la Universidad Torcuato Di Tella, lo que implicó que me instale en la ciudad de Buenos Aires en el año 2010, en principio por un año, pero con el correr del mismo decidí que mi estadía sería por tiempo indefinido. La escena artística de Buenos Aires es efervescente y nutritiva tanto como espectadora y realizadora de Artes Visuales”, agregó Jimena. 

—Cómo nació tu pasión por el arte? ¿Tenés familiares que se dedican a lo mismo o salió de vos?

—Desde chica tuve inclinaciones y gusto por las Artes Visuales, lo cual fue alentado por mi madre, profesora de Lengua y Literatura, muy atenta y con una sensibilidad especial. Con 11 años asistí como alumna al taller de la artista Liz Marich, lo cual fue muy importante ya que ese fue mi primer acercamiento genuino a los distintos aspectos de la práctica artística. Abarcaba experimentaciones técnicas, historia del arte y compartir con una artista que producía su obra, estaba fascinada. A los 15 años tenía decidido que lo único que quería era estudiar Artes Visuales.

—Estuviste en varios países ¿Cómo fue esa experiencia y que encontraste en esos lugares distinto de Argentina?

—Tuve la oportunidad de viajar y exponer en dos ciudades y situaciones muy distintas. En el año 2018 me dirigí a la ciudad de Auckland, Nueva Zelanda, fue una muestra individual de 23 pinturas y dibujos, realizados durante mi instancia en dicha ciudad, que fue casi por un año. Para la producción, tomé como referencia distintos aspectos del paisaje local y situaciones cotidianas propias de allí. La muestra se realizó en la galería Whitespace Contemporary Art, fue una experiencia que me sorprendió por varios motivos; por un lado por el nivel de profesionalismo de la galería y por el otro, por la concurrencia y la apertura del público en general, a una artista muy lejana geográficamente, pero que fue recibida muy afectuosamente. El arte se trata de eso, acercar mundos y darnos cuenta que no somos tan distintos. Y a comienzos del 2020 participé de la residencia R.A.R.O. Madrid, la cual consiste en compartir diariamente el espacio de trabajo con artistas locales por aproximadamente un mes, generando vínculos muy cercanos y que de otra manera no serían posibles. En un contexto ideal como dicha ciudad, por contar con Museos tan importantes como el Reina Sofía y el Museo Del Prado, por nombrar solo dos. Al finalizar realizamos una muestra colectiva el grupo de residentes, que éramos 5 artistas, para compartir nuestras experiencias con la comunidad.

—¿Cómo es tu presente, en qué proyectos estás trabajando?

—Este contexto presente, con aires de post pandemia, se esta viviendo muy intensamente en el mundo de las artes. El sector que estuvo especialmente afectado por las restricciones y la situación en general. Lo cual provoca que haya muchas actividades y proyectos en el corto plazo, empezando por ArteBA que cumplió 30 años y que el año pasado fue suspendida. A mediados de noviembre inaugura el Salón de la Fundación Osde, en el cual fui seleccionada para participar con una obra; a principios de diciembre inauguro una muestra colectiva en el Centro Cultural Recoleta. Para fines de diciembre estamos organizando, junto al artista Martin Kazanietz un evento, de dos días en el Centro Cultural de Viedma, que incluye una muestra muy importante de artistas locales y de distintos puntos del país, que viajarán especialmente hacia la ciudad para generar un intercambio y una experiencia compartida, tanto para los artistas como para el público en general que se acerque esos días a participar. Y ya entrando en el 2022, en el mes de mayo tengo mi muestra individual, en la galería que me representa que es Fundación el Mirador, ubicada en el barrio de San Telmo, de la ciudad de Buenos Aires.