Papás del corazón: Cuando el apego con la familia de crianza está blindada

Una familia de Viedma logró que el máximo órgano judicial de la Argentina ceda la guarda de una niña de 12 años a la que crió desde los nueve meses.

Fueron momentos de zozobra porque en principio, la madre biológica decidió cederla, y en 2015, acudió a los tribunales rionegrinos. Ahí, se inició una batalla judicial hasta el Superior Tribunal de Justicia (STJ) que se opuso a la adopción hasta que definió la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN).

Esta historia de familia de crianza a padres permite hacerse una idea de las diferentes que son las peripecias que debe atravesar la familia cuando decide acoger a una criatura en su hogar.

“Yo no pude tener hijos y vivía acostada por problemas de ovarios, y cuando a los nueve meses me trajeron a ´Mi...´ me levanté y nunca más sufrí dolores, con lo cual para mí es como si la hubiera estado pariendo”, cuenta con lágrimas en los ojos a NoticiasNet, la mamá adoptiva de la niña.

La incertidumbre comenzó en 2015 cuando prácticamente estaban casi todos los días en los tribunales de Viedma ante los rechazos en un sector de la justicia rionegrina a que la niña siga en la familia que conformaron sus papás adoptivos.

“Todos estos años para mí han sido de una gran lucha, y no me quería quebrar (toma el pañuelo) pero lo que pasa es que fueron años duros”, admite la madre del corazón. 

Con las idas y venidas en la Justicia, los padres adoptivos pasaron por momentos aciagos. Claudia sufrió depresión, palpitaciones y presión alta por el miedo a perderla. A veces no podía salir a la calle.

El papá señala que “cuando hablamos de sufrimiento es haber atravesado cosas en la justicia... en el juzgado la trataron muy mal”.

Esta familia, y su abogado revelaron  que integrantes de un juzgado de esta capital le dijeron a la niña que “era caprichosa” por resistirse a ver a su madre biológica.

“Hubo que andar pisando huevos para no llegar a enfrentamientos”, admitió el letrado.

Tampoco resultó fácil con algunas instituciones, como la escuela primaria a la que concurre, para que le acepten nombrarla con el apellido de los padres adoptivos cuando ella está identificada con quienes la criaron.

Superado el trance de años, y más aliviados, los padres sostienen como recomendación que adoptar “es lo más maravilloso que hay” tomando en cuenta que sabían que la niña podía pasar frío o hambre.

“Es buena la adopción” aunque repararon que se debe tener paciencia por los protocolos y muchos requisitos.

Este caso tuvo un final feliz con la decisión de la CSJN de otorgar la adopción simple y la guarda, con lo cual pareciera que el amor de estos 12 años solucionó todo.