Una protesta gremial por bajos salarios municipales terminó en la comisaría, y con polémica

Los empleados municipales de la localidad serrana están de paro, desde el lunes, pero el acampe en el corralón terminó en un conflicto cuando aparecieron personas a agredir en forma verbal a quienes estaban con medidas de fuerza.

La  Asociación Trabajadores del Estado (ATE) denunció que sus afiliados fueron víctimas de una “patota” de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA) convocada por el intendente de Sierra Grande, Renzo Tamburrini, mientras realizaban una protesta pacífica por aumento de salario dentro del edificio de la municipalidad.

Los afiliados señalaron que entre los agresores se encuentra Jonathan Geofroy, a quien varios testigos identificaron con una tobillera. El sindicato pidió investigar si no se trata de una persona con prisión domiciliaria que infringió su condena amparado por el jefe comunal justicialista Renzo Tamburrini.

Para ATE, el PJ de Sierra Grande encabeza el ranking de intendentes que violentan derechos laborales y somete con contratos precarios a cientos de trabajadores municipales sumergidos en la línea de pobreza, aunque el gremio aclaró que la filiación política de Tamburrini no tiene necesariamente que ver con su política patronal.

Los salarios en la ciudad están entre los más bajos del país. Trabajadores becados arañan los $7000 y un jubilado apenas llega a $25.000.

Luego, ATE  denunció en la Comisiaría 13 de Sierra Grande a Geoffroy, Gastón Chaine y Elías Peralta por agredir, y amenazar a los trabajadores municipales que reclamaban aumento de sueldo en el edificio municipal.

Geoffroy, alias “Pony”, está condenado a usar tobillera electrónica porque días atrás protagonizó una balacera, según fuentes judiciales a las que accedió el gremio.

El sindicato acusó al Partido Justicialista de amparar a delincuentes que cumplen pena de restricción. Es peligrosamente llamativo que ese partido en comunicación pública haya protegido a los agresores pese a las evidencias registradas.

ATE denunció además que se acercaron a la comisaría funcionarios de Tamburrini e insultaron a los denunciantes.

Sin embargo, en el oficialismo serrano hay otra versión. Por caso, el bloque de legisladores del Frente de Todos acusó a los dirigentes de ATE de haber ingresado al despacho del intendente Renzo Tamburrini, y obligaron a retirarse del lugar junto a trabajadores y funcionarios.

 “Pedimos a la Justicia que actúe con celeridad para sancionar a los violentos como ya ocurrió en Cinco Saltos”, sostuvo la presidenta de la bancada María Eugenia Martini.