Sexo, drogas y rock and roll: el calvario en las 1016 por una joven

Llevarse bien con los vecinos no es tarea sencilla, pero cuando se consigue eso se genera un gran alivio. Del otro lado de la vereda, cuando los conflictos aparecen y no se pueden resolver, allí es cuando comienza el calvario.

Algo de eso está pasando en el barrio 1016 Viviendas de Viedma. Una señora mayor, que vive en la calle Estados Unidos al 400, asiduamente denuncia a una muchacha por ruidos molestos. Nadie hace nada, ni siquiera la Policía. "A veces vienen, le piden que baje la música, y se van. Al rato otra vez lo mismo", se queja. 

Sin embargo, no es el único caso. En sintonía,  otra mujer que tiene que soportar esto todos los días, dice que es una joven de 18 años que vive en un dúplex con sus padres, pero que, al parecer, ellos trabajan todo el día, se queda sola y vive haciendo reuniones multitudinarias a cualquier hora. 

"Es a toda hora y los vecinos ya estamos cansados. Todos los que vivimos cerca de ese dúplex tenemos que soportar fiestas con un montón de gente, música alta, alcohol y otras cosas que mejor ni decir. Están todo el día teniendo sexo, se escucha todo eso y los padres de la piba no hacen nada, al contrario, se enojan con nosotros por reclamar", se multiplican las quejas. 

Además del alcohol y la música alta, denuncian la circulación de otras "yerbas".  Incluso, vieron como sacar a la calle a un chico descompuesto, casi sin poder sostenerse por sus propios medios, y sangrando.

Por otro, esta persona remarcó que lo peor lo vive una familia que está pegada a la casa en cuestión. Según relata, una vez, ya cansados, fueron a exigir por una mejor convivencia vecinal y recibieron varios golpes por parte de la madre de la chica. Ante esto, el miedo en la cuadra se suma a lo relatado en los párrafos anteriores.