15/09/2021

La maniataron de pies y manos, le robaron y todavía sigue esperando Justicia

El hecho ocurrió en el barrio Villa Lynch, en la ciudad de Carmen de Patagones. La victima tiene más de 70 años de edad.

La maniataron de pies y manos, le robaron y todavía sigue esperando Justicia

Una familia del barrio Villa Lynch, afectada por un violento caso de inseguridad, espera respuesta de la Justicia.

El hecho ocurrió el pasado 10 de junio del año en curso en la intersección de las calles Dufour y Domingo de Oro, cuando tres jóvenes se presentaron con intensión de alquilar un departamento, pero el objetivo era robar a su propietaria.

Han pasado los meses y la familia sigue a la espera de alguna respuesta concreta de la Justicia, que hasta ahora no ha llegado, según comentó Juan Luqui.

El hecho

En conversación con NoticiasNet, el vecino comentó que tres personas se acercaron a la vivienda de su suegra, uno de ellos pidió ver el departamento porque dijo tener intenciones de alquilarlo, la mujer no sospechó lo que se le venía y los hizo pasar.

Una vez en el interior, los delincuentes la redujeron, la amenazaron y le exigieron el dinero que tenía en su casa. Fue así que se llevaron pesos y dólares, además de objetos de valor.

“Mi suegra fue asaltada en su propia casa, la dejaron maniatada y atada con alambres, en un departamento que tenía en alquiler. Es una persona de más de 70 años de edad, por suerte un vecino escuchó que gritaba, entonces llamó a la  Policía y bueno fueron y la desataron de pies y manos. La verdad que fue terrible”, afirmó Juan Luqui.

A partir de lo ocurrido, “mi suegra ahora tiene terror de quedarse sola, está bajo tratamiento psicológico y no se quiere quedarse en su casa, de hecho se quiere ir de Carmen de Patagones por la inseguridad que se vive”.

Según comentó el vecino, “es de no creer, pero a los diez día del hecho la llamaron para un reconocimiento, fue con todas las expectativas y cuando llegó a la Comisaría le pusieron 15 celulares para que reconociera cuál era el suyo, fue increíble, lo que menos le importaba era el teléfono”.

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