El “Cocido maragato” y la recuperación de la cocina que nos identifica

La Fundación Cocina Patagónica (Fucopa) desvela las claves para preparar una receta tradicional.

Bajó del barco con Francisco de Viedma y Narváez cuando fundó Viedma y Patagones en 1779.

Era de una época cuya economía de guerra se vivía en forma cotidiana.

La Fucopa es una institución sin fines de lucro que ya hizo una demostración callejera de esta inclinación culinaria.

Su presidente, Francisco Ventura, supone que se trata del “primer plato que se elaboraba en la zona” traído de las maragaterías españolas que aportaron el primer contingente de pobladores.

Cuenta a NoticiasNet que la receta original se guarda en el museo “Ema Nozzi” de Patagones.

Aclara que en la fundación “hicimos una interpretación (al cocinarlo y difundirlo) lo más digna y parecida posible a la receta original”.

Considera que se trata de una comida “interesante también en la forma de comerse” pues “estaba pensado para los años de invasiones” por mar o tierra.

Aquellos primeros pobladores comían primero la carne, y “si venía el enemigo, salían a pelear y tenían energía, y después consumían las verduras y los garbanzos, y el tercer plato era el caldo”, apunta Ventura.

Reflexiona que “esto nos parece loco, porque nosotros (en la actualidad) lo hacemos al revés con el caldo, pero es delicioso, y tiene buen sabor”.

Este plato hoy en día que también significa recuperar parte de la historia regional, desde el aporte culinario, es fuente de inspiración con el empleo de carne de vaca salada, cerdo, jamón crudo, chorizo colorado seco, y hasta una gallina.

Forman parte del alma de la receta los garbanzos, zanahoria, repollo, ajos enteros, y para el relleno, huevos,  pan duro, y un toque de sal y pimienta.

La Fundación se caracteriza por reunir y volcar ideas a la actividad culinaria. Por caso, “inventó” el Pan Viedma con nueces, el chorizo del Instituto de Desarrollo del Valle Inferior (Idevi), y la chocolatada bebible espesada con harina de avellanas.