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Advierten de los riesgos de la avispa "chaqueta amarilla"
Maite Masciocchi es investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina -CONICET-, y experta en el estudio de la dinámica de los insectos invasores, como la avispa "chaqueta amarilla" que generó alarma en Viedma por su presencia en zona de paseos.
Masciocchi dijo que chaqueta amarilla es una avispa "social exótica" nativa de Europa, Asia y norte de África, pero que desde 1980 se desarrolla en una vasta zona de la Patagonia.
Hace pocos días fue advertido un nido de este insecto en la zona de la Costanera, y se demarcó el lugar para que nadie se acerque. Antes, un niño pequeño había sido picado y debió recibir atención médica.
La investigadora del Conicet fue clara al asegurar que es un animal peligroso, porque su aguijón está conectado con una glándula de veneno, siendo este veneno uno de los más poderosos que se conocen.
La especie está compuesta por tres castas: reina, obrera y zángano. Los nidos son subterráneos y pueden llegar a contener alrededor de dos mil individuos.
Maite Masciocchi llevó tranquilidad al asegurar que "pican solo si se sienten atacadas", a diferencia de otros insectos, y la picadura "puede generar reacciones alérgicas como inflamaciones, o sistémicas".
Indicó también que la avispa tiene una mordedura poderosa a razón del tamaño de sus mandíbulas, pero esta no es peligrosa como la picadura.
Al ser una especie depredadora y carroñera, entra en riesgo las fauna del lugar que invade.
"Es difícil de controlar", reconoció la profesional. "Hay que destruir sus nidos y trabajar con trampas donde se ceba a los individuos con alimentos ricos en proteínas, con los que son atraídos".
