22/04/2021

A una semana de la pesadilla en Bahía Creek, no hay mayores novedades

El fallecimiento del joven oficial ayudante Gabriel Mandagaray se produjo el jueves 15 de abril, a las 16.30 aproximadamente. En ese momento, el grupo cargaba -presumiblemente- un tronco dentro del mar con borceguíes. Dos compañeros más del joven de 25 años sufrieron hipotermia.

A una semana de la pesadilla en Bahía Creek, no hay mayores novedades

Se cumple una semana del trágico accidente que enluta a la sociedad, y a la Policía de Río Negro en particular, y faltan muchas explicaciones públicas de lo sucedido en 15 de abril último cuando murió ahogado.

Respecto de las actuaciones judiciales del caso, la sociedad todavía no ha tomado conocimiento del informe preliminar que debe tener en su despacho el fiscal de la causa, Guillermo Ortiz. Ni siquiera se sabe cómo está caratulada la causa.

La única información oficial que surgió del Ministerio Público es que Ortiz inspeccionó –el viernes pasado- la zona donde se produjo el accidente, y entrevistó a los oficiales que resultaron heridos.

El lunes, el jefe de la Policía de Río Negro, Osvaldo Tellería eludió en conferencia de prensa la mayoría de las preguntas relacionadas con el aval que tenía el curso, y sobre detalles del esfuerzo al que fueron sometidos los 28 asistentes. “Está todo en investigación”, se limitó a señalar.

Hasta ahora, las señales por parte de la fuerza policial fueron la suspensión del jefe del Grupo Coer, al que pertenecía Mandagaray, al coordinador del curso, y tres instructores.

Por la noche de ese lunes, se supo del desplazamiento del titular del área de Capacitación, comisario Carlos Grasso. Todos ellos, ahora están bajo sumario.

Por otro lado, y para conocer lo que realmente ocurrió, habrá que prestar atención a lo anticipado por la secretaria de Seguridad, Betiana Minor, en declaraciones periodísticas.

Justificó el uso de borceguíes en el agua, debido a que presuntamente es lo que ocurrió.

Detalló que  el hecho de que el joven haya ingresado al agua con borcegos forma parte del equipamiento necesario para algún ejercicio. "Muchas veces los oficiales del COER tienen que sacar personas del agua. Tienen una exigencia que no tiene un entrenamiento normal", justificó.

Por último, indicó los entrenamientos que estén aprobados "no tienen ningún inconveniente", aunque ponen en la lupa aquellos "ejercicios que no tengan programación, ni autorización, ni medidas de control".

 En ese sentido expresó que "no ponemos objeción a lo que está aprobado, sí se está investigando a las circunstancias que rodean la actividad".

 

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