20/04/2021

Se cumplen 3 años de la muerte de Avicii, el DJ que marcó una generación

El DJ sueco marcó a toda una generación con sus hits. Pero su muerte dejó en evidencia un ritmo frenético que nadie supo detener. El 20 de abril del 2018 se quitó la vida cortándose las venas con una botella rota.

Se cumplen 3 años de la muerte de Avicii, el DJ que marcó una generación

Fue hace exactamente tres años que la industria musical se vio sacudida por la trágica y misteriosa muerte de una de sus estrellas más brillantes: Avicii. Si bien el sueco se había retirado de los escenarios y de las giras dos años antes, la batalla contra la ansiedad y el abuso de alcohol fue demasiado para él y el 20 de abril terminó quitándose la vida: se cortó las venas con los vidrios de una botella rota en un hotel de Omán. Tenía 28 años.

Todo comenzó cuando lanzó su tema Levels, en el año 2011, que se escuchó en todo el mundo. Pronto fue requerido para trabajar con algunos de los nombres más importantes de la industria, como Madonna con quien encabezó el festival Ultra.

Asimismo, en el documental de Netflix -Avicci: True stories- que cuenta su historia, se lo escuchó decir: “Era un joven soltero, tenía 21 años y era todo una fiesta. Con mi mánager nos dimos cuenta de que podíamos estar de gira todo el año, así fue que eso hicimos”. Sin embargo, los viajes infinitos, la promoción y la vida en aviones enseguida comenzaron a pasarle factura a Tim Bergling, tal como se llamaba el DJ sueco.

Así es como las giras y presentaciones empezaron a acumularse a un ritmo alarmante: cientos en solo un año, pero al tímido Avicii –que odiaba ser el centro de atención- esa rutina comenzó a hacerle mal. En el documental aseguró: “Al principio tenía demasiado miedo de tomar algo antes de los shows porque temía arruinarlos, pero me di cuenta de que estaba demasiado rígido por lo que comencé a tomar un par de tragos antes de salir a escena. Vi que otros DJs también lo hacían desde hacía años y pensé que a mí, como a ellos, tampoco podría dañarme”.

Fue durante una gira por Australia que se hicieron evidentes las primeras señales de que algo andaba mal. Avicii estaba en un vuelo cuando comenzó a sufrir dolores de estómago agonizantes y fue trasladado de urgencia al hospital. Le diagnosticaron pancreatitis y le dijeron que no estaba bien para salir a tocar, aunque no quiso operarse en ese momento.

Pero aunque su etapa de dolores crónicos ya había comenzado, sus éxitos empezaban a multiplicarse: en 2013, sus temas Wake me up y Hey brother lo lanzaron a la estratósfera y la gira se volvió implacable. Le dieron analgésicos y le dijeron que con eso se sentiría mejor. “Tomaba veinte pastillas al día, pero seguían diciéndome que no era adictivo. Todavía estaba ansioso y luego comencé a hacer giras de nuevo”, contó en el documental.

Mientras que volar alrededor del mundo en jets privados y tocar frente a grandes multitudes de admiradores puede sonar increíble, en realidad, la rutina estaba teniendo un impacto devastador en Tim. Pero sin tiempo para recuperarse ni detenerse nuevamente, Avicii siguió adelante con el dolor, la medicación, la enfermedad y la tremenda ansiedad.

Así, adicto al alcohol y a los analgésicos -entre ellos el altamente adictivo opioide Percocet- llegó el 2016, el año en que finalmente Avicii decidió retirarse de los escenarios. Pero el daño ya estaba hecho. “No sé cómo explicarle a la gente que mi vida se trata de estrés”, dijo el artista en el documental.

Incapaz de continuar, Tim escribió una carta abierta a sus fans, diciéndoles que ya no podía actuar en vivo. Decía: “Sé que tengo la suerte de poder viajar por todo el mundo y actuar, pero me queda muy poco para la vida real detrás del artista. Mi camino ha estado lleno de éxitos, pero no ha venido sin tropiezos. Me convertí en un adulto mientras crecía como artista, me conocí mejor y me di cuenta de que hay mucho que quiero hacer con mi vida. Tengo grandes intereses en diferentes áreas, pero muy poco tiempo para explorarlas”.

Aprovechó la oportunidad para agradecer a su hermano y manager, a su equipo, a los artistas y músicos con los que había trabajado y a los fans: “Gracias a todos los fanáticos que alguna vez compraron un boleto o se colaron, compraron una canción o la descargaron, comentaron publicaciones o las odiaron. Son sus pensamientos e ideas sobre la música los que me ayudaron a evolucionar y les debo todo lo que tengo”.

Tim parecía estar en camino de la recuperación. Sin embargo, pasados dos años de aquella prematura jubilación, el 20 de abril de 2018 se suicidó.

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