11/04/2021

Legumbres, una alternativa rentable para el Valle Inferior del río Negro

En un contexto de creciente demanda, un grupo de investigación del INTA Valle Inferior y de la sede Atlántica de la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN)  evalúan las variedades de porotos y arvejas con buenos rendimientos en la región. Además, destacan su aporte nutricional y funcional tanto para la alimentación humana como animal.

Legumbres, una alternativa rentable para el Valle Inferior del río Negro

Si bien el cultivo de legumbres en la Argentina se concentra principalmente en el Noroeste del país y en las cercanías de Rosario, las condiciones climáticas del Valle Inferior del río Negro demuestran ser propicias para su producción.

Así, porotos, habas, lentejas y arvejas son algunas de las legumbres que despiertan, cada vez más, el interés por su aporte nutricional y funcional tanto para la alimentación humana como animal. Frente a una creciente demanda de estos cultivos, investigadores del INTA Valle Inferior y de la Universidad Nacional de Río Negro –Sede Atlántica– las destacan como una alternativa productiva rentable.

“En esta zona, normalmente las legumbres se cultivan en pequeñas superficies destinadas a huertas familiares, aunque recientemente se evaluaron distintas especies en superficies mayores con resultados productivos y de calidad destacados”, señaló Juan José Gallego, investigador del INTA Valle Inferior.

Los ensayos realizados con el cultivo de arvejas, forman parte de las evaluaciones de variedades y productividad que realiza la red nacional de INTA en diferentes zonas del país. Para esta región, la variedad con mejor adaptación fue Facón – posee un grano de color verde– y los rendimientos obtenidos promedian los 1.500 kg/ha con máximos y mínimos de 2.000 y 600 kg/ha según la variedad utilizada.

En el caso de los porotos, se llevó a cabo un ensayo comparativo de diferentes especies en la que se determinó el rendimiento en grano de 700 kg/ha para Mug; 1.500 Kg/ha para Crenberry, 1.700 kg/ha en Red Park y 2.500 kg/ha para el poroto negro (Phaseolus vulgaris). Asimismo, los valores de proteínas obtenidos para cada variedad fueron de 23% en Mung, 22% en Red Park y Negro, y 20% en Cranberry.

En ambos casos, el equipo de investigación de la Estación Experimental Agropecuaria del INTA Valle Inferior y de la UNRN evaluaron el efecto de diferentes fechas de siembra en la productividad de esos cultivos y se proponen analizar la incidencia de distintas prácticas de manejo que afectan de alguna manera el crecimiento y desarrollo de los cultivos.

La importancia de evaluar estas y otras legumbres a nivel regional radica principalmente en diversificar los sistemas productivos y utilizarlas como fuente de proteína alternativa en la alimentación.

Para María Fany Zubillaga, docente investigadora de la UNRN, las legumbres son demandadas por gran parte de la población mundial por su valor nutritivo y porque promueven la salud disminuyendo el riesgo de enfermedades crónicas. “En la actualidad, el concepto de alimento está basado no sólo en su aporte de nutrientes sino también en los beneficios que proporciona para la salud, y en este sentido, las legumbres, despiertan interés por su contenido de proteína y por sus aportes de carbohidratos, vitaminas y minerales”, señaló.

De acuerdo con los investigadores, hay estudios biológicos sobre los porotos cocidos que determinan que la calidad de las proteínas puede llegar a ser de hasta el 70% comparada con una proteína testigo de origen animal.

 

 

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