Los vecinos del barrio Norte insisten en que no quieren la planta de bombeo

Esta actitud implica que el final, para la continuidad de esta obra, está abierto todavía.

El problema principal para la comunidad de este sector de la ciudad es, una vez que se ponga en marcha, las emanaciones nauseabundas como ocurre en otros lugares del ejido urbano y los altos decibeles que podrían generar el ruido de los motores a medida de que inyecten los desperdicios hacia la nueva planta de tratamiento que se construye a unos 10 kilómetros, en dirección al balneario El Cóndor.

En la actualidad, el DPA como órgano de control de las obras que se llevan a cabo sobre conexiones troncales, mantiene paralizado el obrador. Posiblemente, no habrá trabajos hasta una semana o 10 días más.

Días atrás, los vecinos recibieron una carpeta con documentación sobre detalles del proyecto, pero inicialmente no los satisfizo, según adelantó a Noticias, Mariana Miranda, una de las negociadoras por los vecinos.

Aclaró que más allá de la contaminación visual, “no sabemos cómo afecta a la salud”.