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El celular, un vuelco y el perro: los errores que delataron al asesino de Ferrandi
Luego de matar violentamente al trabajador rural, robó su camioneta pero volcó a los pocos kilómetros. Dejó al perro atado a una rueda de auxilio de la Toyota y se llevó el celular de la víctima, que resultó clave en la investigación.
Sergio Gastón Carrizo se niega a declarar y no piensa dar detalles de lo que hizo. Es el único acusado de asesinar a Carlos Ferrandi, que ayer recibió el último adiós en el cementerio Parque de Paz de Patagones. Su cuerpo fue hallado luego de tres días desaparecido, en un campo. Y el celular de la víctima fue clave para develar su misteriosa desaparición.
La Policía había solicitado a la empresa de telefonía móvil los movimientos del teléfono. Así constataron que dos horas después del hallazgo de la camioneta, el celular había sido utilizado y que le habían realizado un cambio de la tarjeta SIM (chip).
Con esa pista dieron con Carrizo, el único acusado por el homicidio. Según la Justicia, tiene antecedentes menores y se encontraba en Guardia Mitre de visita.
De acuerdo a la reconstrucción judicial, el pasado miércoles por la mañana, Carrizo salió rumbo a Patagones por la Ruta Provincial 53, hizo dedo y Carlos Ferrandi que iba en esa dirección en su camioneta, decidió llevarlo.
Con un “elemento contundente”, el asesino le habría pegado en la cabeza, arrastró el cuerpo de Ferrandi diez metros hacia dentro de un campo y huyó con la camioneta.
Pero tras recorrer 25 kilómetros, volcó y dejó al perro atado a la rueda de auxilio. También se llevó el celular: ese elemento fue determinante para destrabar la causa que se había iniciado con la averiguación de paradero y luego, en un homicidio.
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El celular, un vuelco y el perro: los errores que delataron al asesino de Ferrandi
Luego de matar violentamente al trabajador rural, robó su camioneta pero volcó a los pocos kilómetros. Dejó al perro atado a una rueda de auxilio de la Toyota y se llevó el celular de la víctima, que resultó clave en la investigación.

Sergio Gastón Carrizo se niega a declarar y no piensa dar detalles de lo que hizo. Es el único acusado de asesinar a Carlos Ferrandi, que ayer recibió el último adiós en el cementerio Parque de Paz de Patagones. Su cuerpo fue hallado luego de tres días desaparecido, en un campo. Y el celular de la víctima fue clave para develar su misteriosa desaparición.
La Policía había solicitado a la empresa de telefonía móvil los movimientos del teléfono. Así constataron que dos horas después del hallazgo de la camioneta, el celular había sido utilizado y que le habían realizado un cambio de la tarjeta SIM (chip).
Con esa pista dieron con Carrizo, el único acusado por el homicidio. Según la Justicia, tiene antecedentes menores y se encontraba en Guardia Mitre de visita.
De acuerdo a la reconstrucción judicial, el pasado miércoles por la mañana, Carrizo salió rumbo a Patagones por la Ruta Provincial 53, hizo dedo y Carlos Ferrandi que iba en esa dirección en su camioneta, decidió llevarlo.
Con un “elemento contundente”, el asesino le habría pegado en la cabeza, arrastró el cuerpo de Ferrandi diez metros hacia dentro de un campo y huyó con la camioneta.
Pero tras recorrer 25 kilómetros, volcó y dejó al perro atado a la rueda de auxilio. También se llevó el celular: ese elemento fue determinante para destrabar la causa que se había iniciado con la averiguación de paradero y luego, en un homicidio.
