Cuando la suciedad urbana es también responsabilidad de los vecinos

La limpieza en las calles y veredas, no sólo compromete al municipio, y en Viedma queda al desnudo que otros actores –como los vecinos- cumplen un rol de buena convivencia en la vía pública promoviendo la creación de micro-basurales. Habrá que tener en cuenta que se vienen onerosas multas.
No falta aquél que sigue tirando basura en un contenedor, aun viendo que desborda, en una reprochable actitud, pero también aprovecha la oscuridad nocturna para descargar en los baldíos, pese a los ruegos de carteles y recomendaciones desde la comuna capitalina.
Todavía hay quienes no entienden, principalmente en zonas céntricas como las calles Rivadavia, a la altura de una oficina del Instituto Provincial del Seguro de Salud (Ipross); intersección de Rivadavia y Urquiza o la vereda de una casa abandonada en Las Heras y Roca.

A raíz de estas actitudes poco respetables de la convivencia vecinal, la comuna lleva gastado en el último año un millón de pesos mensuales –extras- en operativos imprevistos.
Con esta erogación imprevista, sostienen en la comuna, obliga que desinvertir en programas que se están llevando a cabo en el tiempo y de otra índole, en el rubro Obras Públicas.
En la actualidad, los funcionarios del área de Ambiente están abocados, una vez por semana, a concluir la reglamentación de la ordenanza N° 8.527 de obligatoriedad de uso de canastos domiciliarios.
En este marco, la idea es capacitar a inspectores en forma específica para que recorran la ciudad.
Por caso, arrojar residuos en la vía pública las sanciones pecuniarias que se vienen para los frentistas será de entre 35 y 100 Unidades de Sanción Municipal (USM). 

El basamento legal para el cálculo monetario de cada infracción es el precio del litro de nafta Súper establecido en los surtidos de la filial Viedma del Automóvil Club Argentino (ACA) con una actualización semestral del valor.

Fotos: Vanesa Schwemmler