23/01/2021

Hacia dónde vamos tan apuradas

Vivimos a un ritmo demasiado rápido y esta velocidad es incompatible con el disfrutar. Nos hemos impuesto ser mujeres orquesta

Hacia dónde vamos tan apuradas

Hoy pareciera que vivir apurada, a las corridas, tuviera un valor en sí mismo, que se tratara de ser más importantes. Pero nadie es mejor profesional, ni mejor persona porque vaya más rápido o porque exprese lo estresadísima que está .

Así andamos, diciendo que no nos alcanza el tiempo. “Perdón, corrí todo el día”. Y nos orgullecemos de hacer dos o tres cosas a la vez. “No tengo tiempo”,  repetimos y repetimos. Y en algún punto es cierto, porquetener algo” es poder disfrutarlo.

Las personas apuradas queremos todo ya, aquí, ahora y sin pérdida de tiempo. Hacemos una cosa y ya estamos pensando en la siguiente. Si una respuesta demora unos minutos, ya nos genera incomodidad. Nos cuesta escuchar cuando nos cuentan algo, e interrumpimos como incitando a que se apuren y terminen de una vez su relato. Evitamos el descanso y nos llevamos trabajo a casa.

Para las nosotras, las ansiosas, el tiempo es como una tortura, porque vivimos en el futuro y no en el presente. No podemos esperar. Te pasó que pareciera que el semáforo no cambia nunca a luz a verde, que los segundos del microondas no corren. Así somos cuando nos ponemos ansiosas. Y  por si faltara algo, también somos hiper responsables, tratamos de cumplir con todo y en el menor tiempo posible.

Y a la saturación por las tareas cotidianas, le sumamos el bombardeo tecnológico en ámbitos sociales y profesionales en el que nos desarrollamos. ¡Y ni hablar de los innumerables grupos de whatsapp!

Esto nos hace vivir en una constante tensión. A un ritmo que si lo bajáramos, no seríamos menos resolutivas. Sino al contrario, muchas consecuencias tiene a nivel físico, estrés, el corazón acelerado, la presión descompensada, dolores de cabeza,  bloqueos mentales, alteraciones en el sueño, etc.

Para todas nosotras sería recomendable bajar la intensidad y tomarnos las cosas con más calma, disfrutando las cosas que vivimos a diario, sin la preocupación de qué pasará mañana. Tarea poca sencilla pero no imposible. Todo comienza dando el primer paso, que nos  saca de ese lugar donde no nos sentimos bien.

Si yo pude, vos también podés.

Algunas ideas que  te pueden ayudar:

Tomando conciencia de la forma en que nos estamos comportando, no actuando de manera automática. Trabajando el sistema reflexivo, preguntándonos por qué vivimos en esta inmediatez. Procurando que la vida digital no reemplace a la real. Un primer paso,  apagar el celular en  horas de descanso.

- Dejando de competir con las demás, dándonos cuenta que la única competencia es con nosotras mismas. Simplemente siendo mejor persona que la que fui ayer.

-Aprendiendo a priorizar, a decir no, a establecer horarios, a vivir en la imperfección,  en consonancia con nuestros valores. De lo contrario nos sentiremos siempre en falta.

-Tomando decisiones, actuar nos saca de la incertidumbre. Y si me equivoco no pasa nada. Si no se hubiera equivocado Colón, no existiría  América.

-Siendo agradecidas, eso nos hace tomar conciencia de todo lo que tenemos, de aquello que nos rodea, de las cosas que  funcionan bien y valorar esos logros, que tienen atrás mucho  de nuestro esfuerzo. Démosle valor a todo lo hemos conseguido.

“El tiempo es muy lento para los que esperan, muy rápido para los que temen, muy largo para los que sufren, muy corto para los que gozan, pero para quienes aman, el tiempo es una eternidad”. William Shakespeare.

Mercedes Querejeta

Psicopedagoga/ Coach de Mujeres

2920-402376

FB/IG: mercedesquerejeta

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